En Galicia se han instalado tres arboretos. Uno está en el propio centro pontevedrés de Lourizán. También se ha preparado una segunda parcela en Porto do Son y otra en A Pobra de Brollón. En total, en nuestra comunidad se han plantado el 8,7 % de los árboles que forman parte del proyecto.
¿Hay ya algún resultado? Todavía es pronto, aunque en Galicia ya se ve que especies como la betula pendula (un abedul típico de Centroeuropa) se adaptan muy bien, mientras que otras como el algarrobo, típico del área mediterránea, son poco aptos para nuestro clima. Las verdaderas conclusiones surgirán cuando se crucen los datos de los centros participantes. «Ahí radicará la importancia de este proyecto, pues nos permitirá saber qué especies alternativas podemos plantar a medio y largo plazo para hacer frente al cambio climático y seguir manteniendo nuestra productividad forestal», remata Silva.