Lluvia de estrellas fugaces

Susana Acosta
Susana ACosta REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Pedro Puente Hoyos | EFE

Todas las noches se produce este fenómeno, aunque esta es una de las mejores épocas del año para verlo

26 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las estrellas fugaces son granos de polvo que entran a gran velocidad en la atmósfera y se descomponen al calentarse a miles de grados hasta evaporarse. Desde la Tierra se observa este fenómeno como una estrella que aparece y recorre rápidamente el cielo. Todas las noches hay estrellas fugaces, pero hay momentos, como el de ahora, que se convierten en una de las mejores épocas del año para verlas.

«En momentos concretos del año la actividad de las fugaces aumenta considerablemente, cuando la Tierra pasa por una nube densa de partículas, pudiéndose ver hasta docenas de ellas en una hora. Cuando esto sucede le llamamos lluvia de meteoros. Y las Leónidas son una de ellas», explica el astrofísico Borja Tosar. Esta especial lluvia de estrellas fugaces tiene lugar entre el 15 y el 21 de noviembre, pero se puede apreciar una gran cantidad de estrellas fugaces hasta final de mes, en comparación con una noche normal: «Con media hora de observación debería llegar para ver al menos un par de meteoros», aclara.

Para ello es recomendable alejarse de las ciudades lo máximo posible. Cuanto más negro se vea el cielo mejor: «Parecerá que las estrellas salen de la constelación de Leo, que saldrá por el este alrededor de las dos de la madrugada, aunque ya desde primera hora podrán verse».

La lluvia de meteoros que se produce en verano es muy similar a la de ahora, aunque en menor cantidad: «Los observadores más perspicaces quizás puedan apreciar que las Leónidas son más rápidas que las perseidas y algunos meteoros dejan ver algo de color rojizo, pero eso ya es para nota», comenta Tosar. Esta lluvia de estrellas fugaces se repite cada año en las mismas fechas, aunque algunas veces varían las condiciones. Un año puede ser más intenso que otro: «La presencia de la luna en el cielo condiciona mucho la observación y en años en los que apenas hay luna, como este, se dan las condiciones ideales par ver el mayor número de estrellas fugaces», dice.

Salir a observar el cielo siempre es un buen plan, mucho más si sabemos de antemano que la lluvia de estrellas está asegurada. Pero para ello no debemos olvidarnos del kit imprescindible: «Siempre abrigarse bien, estas noches hace frío y al estar quieto al aire libre se nota mucho más. Una silla o una tumbona de playa hace la observación más cómoda. Además, una aplicación de astronomía en el móvil nos puede ayudar a reconocer las estrellas y constelaciones más interesantes. Y lo más importante, una buena compañía. Observar el cielo rodeado de amigos es el mejor de los planes astronómicos».