La Nasa se fija en los incendios de Galicia

Susana Acosta
Susana Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

NASA

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La ola de incendios que se llevó por delante la vida de cuatro personas hace algo más de un mes y calcinó 49.171 hectáreas en 264 focos tuvo también su repercusión en Inglaterra e Irlanda cuando vimos que la capital londinense y otras ciudades de las islas británicas aparecían cubiertas del humo de los incendios y del polvo del Sáhara. El huracán Ophelia, uno de los episodios más extraños del 2017, permitió que las cenizas llegasen tan lejos.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ya se había fijado en este fenómeno publicando a principios de mes un vídeo en el que se ve el alcance de las cenizas, que llegan incluso a Francia y Centroeuropa. Ahora es la Nasa la que también presta atención a este fenómeno. Publica un vídeo para explicar cómo los aerosoles, entre ellos el humo, el polvo y la sal marina, se transportan por todo el mundo con el fin de ver patrones climáticos y otros procesos físicos que normalmente son invisibles.

Para ilustrarlo, la Nasa realiza una simulación combinando datos de los satélites y modelos matemáticos. Y se fija en un momento concreto, la temporada de huracanes del 2017. A partir del minuto 1.25 se puede apreciar la formación de Ophelia en el Atlántico, cerca de las Azores. Y cómo toma una trayectoria nada habitual para un huracán de categoría tres al acercarse a la costa gallega justo cuando se estaba produciendo la ola de incendios. La Nasa explica que al iniciar su trayectoria desplaza polvo del Sáhara y al llegar a Galicia -aunque en el vídeo solo hace referencia a los fuegos de Portugal- también traslada el humo de los incendios hasta el Reino Unido y Centroeuropa e incluso alcanza la península escandinava.

Con esta simulación, la agencia espacial estadounidense demuestra que los patrones climáticos pueden transportar estas partículas a grandes distancias: «A principios de septiembre, se pude ver una línea de humo desde Oregón y Washington, bajando por las grandes llanuras y atravesando el Atlántico hasta Inglaterra», dice antes de comentar que el polvo del Sáhara también se ve atrapado en los sistemas de tormentas y se puede trasladar desde África hasta América: «A diferencia de la sal marina, el polvo se elimina en el centro de la tormenta. Las partículas son absorbidas por las gotas de las nubes y luego se lavan cuando llueve», explica. Para la Nasa, los avances en la tecnología a la hora de realizar estas simulaciones permiten a los científicos explicar con más detalle cómo los aerosoles interactúan con los sistemas de tormentas.