Al comportamiento fuera de lo común de las altas presiones de las Azores se suman ahora los potentes anticiclones de Groenlandia y Siberia
15 nov 2017 . Actualizado a las 16:17 h.Resulta increíble observar cómo en pleno noviembre, el segundo mes más lluvioso del clima gallego, el anticiclón tiene tanto protagonismo. Este miércoles sus efectos se intensifican y además de cielos despejados ascienden las temperaturas máximas. Aprovechando esta influencia tan notable de las altas presiones, que también son noticia en otras zonas del hemisferio norte, explicamos el origen de estos sistemas meteorológicos.
Un anticiclón abarca un espacio donde la presión es más elevada de lo normal, por encima de los 1013 milibares. Hay dos tipos; los termodinámicos y los térmicos. «Los termodinámicos se forman como consecuencia de la circulación general de la atmósfera. En la Tierra hay zonas donde el aire sube y baja. En las regiones donde desciende, la presión aumenta y por ello tenemos anticiclones. El caso más famoso es el de Azores, que se corresponde con la parte de bajada de la célula de Hadley. Son anticiclones semipermanentes que se localizan a unos treinta grados de latitud norte», explica el meteorólogo Juan Taboada.
También existen los anticiclones térmicos, que tienen características diferentes. Cuando en un determinado lugar hace mucho frío y el cielo está despejado, el aire es muy pesado y crea una zona de alta presión sobre la superficie. Se forman sobre grandes regiones heladas del planeta. En el hemisferio boreal es habitual el de Groenlandia cuya presión, según algunos modelos, podría alcanzar los 1073 milibares durante los próximos días. Aunque el más conocido es el de Siberia. «Esta zona de Eurasia es muy amplia y no tiene influencias marítimas. Durante el invierno la superficie está completamente helada y muchas veces se aposenta un anticiclón que además se va reforzando a sí mismo ya que el aire está cada vez más frío y pesa más. Es responsable de los lugares más gélidos que existen en el mundo», añade.
Estos días el anticiclón de Azores y Siberia también centran la mirada de la ciencia. El siberiano porque acabamos de conocer que la nieve acumulada durante octubre en Eurasia ha estado por encima de lo habitual. Esto puede provocar que gane todavía más peso, su área de influencia se extienda y los efectos modifiquen la circulación hemisférica. En cuanto a nuestro vecino anticiclón, está muy pesado por otro motivo. Sigue situado al norte y bloqueando el paso de las borrascas. Al menos algunos modelos meteorológicos están indicando que la próxima semana las altas presiones termodinámicas de las Azores podrían abrir la puerta a las borrascas.