Uno de cada cuatro jóvenes ve «normal» la violencia machista en una relación

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio nacional revela que el 21,2 % de ellos cree que se exagera sobre este tema

14 nov 2017 . Actualizado a las 07:27 h.

Un estudio sobre la percepción de la violencia machista entre jóvenes de 15 a 29 años ha despertado todas las alarmas, al comprobar que uno de cada cuatro encuestados (el 27,4 %) considera que estas conductas son «algo normal» en el seno de una pareja. Así lo pone de manifiesto el último barómetro del Proyecto Scopio, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).

«Nesa contestación hai unha dobre lectura, porque durante a enquisa o concepto de normal tanto puido ser entendido polos rapaces como algo xustificable ou como o habitual. En todo caso, é algo que por desgraza parece estar bastante normalizado», advierte el psicólogo social y pedagogo ribeirense Olegario Sampedro.

Aunque una amplia mayoría considera que este es «un problema social muy grave», al indagar un poco más sobre el asunto afloran los estereotipos entre las nuevas generaciones. Por ejemplo, casi un tercio cree que la violencia machista aumenta progresivamente «por culpa de la población inmigrante».

«Temos comprobado que nas aulas existen este tipo de prexuízos respecto aos estranxeiros, aínda que non se correspondan coa realidade», corrobora Sampedro, también profesor y director del Instituto de Mediación Educativa de Ribeira. «É unha cuestión que ten que ver coa educación, coa familia, co seu entorno, co institucional polo que ven na rúa e tamén con todo o que se transmite indirectamente: o que lles chega pola televisión ou por outros medios», añade.

Otros estereotipos

El barómetro promovido por la FAD también revela que un 6,5 % de los jóvenes encuestados ve la violencia machista como algo difícil de evitar y, aunque esté mal, siempre ha existido, al tiempo que un 21,2 % opina que es un tema politizado sobre el que se tiende a exagerar. En general, los tópicos y estereotipos sobre este tipo de violencia se manifiestan en mayor medida en ellos, especialmente cuando tienen unos niveles de estudios inferiores.

En el estudio realizado en abril, en el que participaron 1.247 personas, también se abordaron temas como la discriminación. Casi la mitad reconocieron que la orientación sexual y el origen étnico o racial son los dos factores que generan más desigualdades, por encima de que se trate de hombres o mujeres. Para la población joven, el aspecto físico es también determinante en un 38 % de los casos, mientras que una discapacidad física lo es para el 22 % y psíquica para el 19 %.

Mayor unanimidad hay cuando se les pregunta sobre la situación laboral y familiar de las mujeres. Tres de cada cuatro creen que las oportunidades que tienen de conseguir un buen salario o puestos de responsabilidad siguen siendo menos que para los hombres.

La percepción entre las nuevas generaciones es que las mujeres trabajadoras parten de una situación de desigualdad, salvo en cuestiones como el acceso a los estudios o su emancipación. Y, paradójicamente, aunque asumen que están más limitadas laboralmente y arrastran más cargas en el ámbito doméstico, la mayoría considera que estas tienen las mismas oportunidades de ser felices que cualquier hombre, cuando no más.