Miguel Caínzos: «Las infecciones quirúrgicas se han reducido, pero ahora aún son peores»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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El coruñés es el primer profesional gallego que ha sido designado miembro de honor del Colegio Americano de Cirugía

05 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Siempre me ha preocupado evitar las complicaciones en el posoperatorio y considero que una de mis contribuciones ha sido desarrollar la profilaxis en España y en Europa», afirma Miguel Caínzos Fernández (A Coruña, 1952), especialista del servicio de cirugía general y digestiva del Hospital Clínico de Santiago y profesor de Medicina. El 22 de octubre ha sido designado miembro de honor del Colegio Americano de Cirujanos, al que pertenece desde 1997. Es el primer gallego con esta distinción, que le ha entregado el anterior presidente de la entidad, Courtney M. Townsend, autor de un libro de texto de la especialidad internacionalmente reconocido. «Me honra mucho ser el cuarto cirujano español, con Enrique Moreno, José Luis Balibrea y Santiago Dexeus, con este reconocimiento», dice.

-¿Cómo influyen el uso de robots, los quirófanos híbridos, y otros avances, en la formación y en el ejercicio de su profesión?

-Es cierto, nunca ha sido tan difícil formar especialistas en cirugía. Pero hay que conocer bien la cirugía convencional, porque siempre puede ser necesaria; y en especialidades como la mía estar preparado para realizar mucha cirugía laparoscópica, que es la clave.

-¿Qué futuro ve a los robots?

-Seguramente se acabarán imponiendo, pero ahora uno de última generación cuesta dos millones de dólares, y su mantenimiento anual supera el medio millón de dólares. Hay especialidades para las que es ya son muy útiles; pero en servicios como el de cirugía general y del aparato digestivo no son imprescindibles aún. La clave, en nuestro caso, está en la laparoscopia, que ya la hay incluso en tres dimensiones.

-Realiza laparoscopia desde inicios de la década de 1990, ¿es la técnica con más ventajas?

-Sus grandes ventajas son reducir las infecciones quirúrgicas y las adherencias intraabdominales. Técnicamente la laparoscopia es increíble, y desde el punto de vista de las complicaciones, mucho más segura que la cirugía convencional. Yo la utilizo con frecuencia y da buen resultado.

-También es más cara, ¿no?

-El coste del instrumental es más caro; pero exige menos tiempo de ingreso del paciente en el hospital y eso reduce el gasto, pues el coste de una cama es muy elevado. Se tiende al equilibrio de costes. Y la laparoscopia ha mejorado mucho, con tecnología muy sofisticada.

-Dedicó mucho esfuerzo a las infecciones en cirugía, ¿por qué tanta preocupación?

-Es un tema que preocupa en todas partes, por ser el gran problema sin resolver. Porque hoy el paciente no tiene por qué sentir dolor, no se muere por hemorragia, es raro que fallezca en la mesa de quirófano, y técnicamente tenemos todo lo que se nos ocurre, y más. Lo que preocupa del posoperatorio son las complicaciones y la mortalidad por las infecciones; se han reducido mucho, pero ahora son aún peores.

-¿Por qué peores?

-Porque los agentes que las causan se han hecho muy resistentes, y es más difícil curarlas. Hay una sociedad científica europea y otra americana que tienen como centro de estudio las infecciones quirúrgicas, con ramas en Japón y Latinoamérica; y una revista monográfica de referencia internacional, editada en Nueva York. Es la asignatura pendiente.

-¿Qué solución ve a este problema de las infecciones?

-Hay que estar muy al día, porque es un problema dinámico, cambia cada poco tiempo. Y no son solo los problemas que causan las bacterias, también los hongos, que antes influían menos. Por eso el cirujano debe tener buena preparación en microbiología, saber hacer el diagnóstico rápido, y tomar decisiones acertadas en base a su conocimiento y a su experiencia clínica.

-¿Nota interés entre el alumnado de Medicina en ser cirujanos?

-Desde 1999 en Santiago se celebran congresos de cirugía para estudiantes de Medicina, porque no se veía interés entre el alumnado en ser cirujanos. Ahí surgió una buena cantera y se estimularon vocaciones, porque se les aproxima a la parte práctica de la cirugía, a las suturas, drenajes, curas, y eso les interesa mucho.

-¿Por qué se hace más cirugía ahora?

-Primero, porque se vive más y operamos enfermos de más edad. Yo tengo pendiente de intervenir una paciente de 97 años, y así ocurre con todos los cirujanos. Cuando comencé, con José Luis Puente, operar a alguien de más de 70 años era insólito, se comentaba. Además, la cirugía es ahora más segura, y problemas que antes se operaban poco, como las hernias de hiato, ahora son habituales en los quirófanos.

-¿Qué recomienda para reducir el número de pacientes en lista de espera?

-Operar más, claro. Y ya se está operando mañana y tarde; y urgencias por la noche, y se utilizan más los quirófanos.