Sin lluvias otra vez en el horizonte

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Xavier Fonseca

No se aprecia ni una sola gota de agua en todo lo que resta de octubre. El anticiclón vuelve a ejercer de escudo frente a las borrascas

24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El tren de borrascas ha pasado demasiado rápido. Llegó justo cuando más lo necesitábamos, mientras Galicia estaba ardiendo, pero ha sido insuficiente para poner fin a la grave situación de sequía. Y eso que la configuración que tuvimos la semana pasada prometía mucho. Alguno de los frentes dejó importantes registros, de hasta cuarenta litros por metro cuadrado. Una lluvia que la vegetación recibió como agua de mayo. Pero el escenario que se abre para los próximos días es realmente preocupante. Las precipitaciones vuelven a desaparecer por completo de los mapas. No se aprecia ni una sola gota en todo lo que resta del mes de octubre.

El responsable es más que conocido, el anticiclón de las Azores. El paso del huracán Ophelia permitió librarnos de él por unos días, pero ha vuelto a escena. Durante la próxima semana y, hasta nuevo aviso, se va a situar sobre la Península para ejercer una vez más un papel de bloqueo. Ninguna de las borrascas que se formen en el Atlántico conseguirán afectar a Galicia. Lo que esperamos es justo lo contrario. Los modelos meteorológicos muestran cómo el anticiclón va a ir ganando intensidad con el avance de los días. La presión podría alcanzar el fin de semana los 1035 milibares, como muestra el mapa. Una cifra que da buena cuenta de su fuerza e intenciones. Además, el sábado está previsto que su centro de acción se localice sobre el Reino Unido, desde donde enviará aire cálido procedente del sur peninsular.

El tiempo previsto a corto plazo será el mismo que hemos tenido antes del paréntesis. El cielo estará tan despejado que a veces incluso costará encontrar una sola nube. Por el día las temperaturas marcarán valores elevados para la época del año. Las máximas podrían ascender hasta los 26 grados en el norte de la comunidad. El viento del sur, que va a soplar flojo, permitirá además que la sensación térmica de calor sea en algunos momentos bastante intensa. Eso sí, las noches serán muy frías porque sin humedad que atrape la energía que devuelve la Tierra al espacio exterior, las mínimas caen en picado hasta registrar valores negativos. Esto ya ocurrió la pasada madrugada en muchas localidades del interior, como en el municipio ourensano de Calvos de Randín, donde el termómetro descendió hasta los tres grados bajo cero. De nuevo volverán a producirse grandes oscilaciones térmicas entre la máxima más alta y la mínima más baja. En definitiva, se requiere de abrigo para cuando salga de casa temprano y manga corta para las horas centrales del día.