El trabajo plantea una hipótesis, pero no prueba nada

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

20 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El estudio realizado por los epidemiólogos del Instituto Carlos III no determina una relación directa entre las emisiones de la industria con una mayor mortalidad por determinados tipos de cáncer. Solo plantea que esta posibilidad puede existir, pero no lo concluye. Es una pista a seguir, que puede ser buena o falsa, algo que solo podrán verificar otras investigaciones específicas que establezcan una relación de causa-efecto. Así lo apunta el profesor de Medicina Preventiva en la Universidade de Santiago Alberto Ruano, un experto en epidemiología del cáncer que ha colaborado con el grupo madrileño en anteriores ocasiones. «Es un estudio -precisa- de tipo ecológico, en el que no se analiza a individuos concretos, sino a grupos». Advierte que «para lo que sirven es para apuntar indicios de una asociación que debe ser demostrada, o no, a través de otros estudios epidemiológicos más rigurosos, en los que se analice a individuos particulares, su estilo de vida, su dieta, si fuman, beben, en qué trabajan...».

Manuel Collado, director del Laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento del IDIS de Santiago, comparte el análisis y destaca que este tipo de estudios sirven para «formular hipótesis de trabajo que luego deben ser refrendadas o descartadas con evidencias más potentes que permitan discernir una causalidad». Tampoco se ha discriminado por población, ya que «áreas más densamente pobladas, las industriales, dan lugar a la aparición de enfermedades de baja incidencia con mayor facilidad, por una cuestión de pura probabilidad». Collado, de todos modos, entiende que la polución ambiental «debe ser temida muy en cuenta y ponerse los mecanismos necesarios para reducir su emisión y minimizar el impacto en la población».

Más investigaciones

Rafael López, director del grupo Oncomet en el IDIS de Santiago, realiza una primera precisión: «el gran causante del cáncer ambiental es el tabaco». Hecha la aclaración, dice que el grupo de Madrid que realizó la investigación «es muy solvente», pero que de su trabajo «no se puede establecer una causalidad». Hay conclusiones que sí le encajan, como que las emisiones de la industria puedan afectar más a los tumores del trato digestivo y al aparato digestivo, pero no entiende la correlación con el de mama. López llama a la cautela, pero sí cree que se debe estudiar más la relación entre el cáncer y la polución.