Galicia ensayará un sistema pionero de pago por servicios medioambientales

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

J. Fagúndez

Un equipo de la UDC coordinará la cuantificación de hábitats protegidos en O Xistral

10 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuánto vale un sistema arbustivo de brezales?, ¿y una turbera en la que se han acumulado materiales vegetales a lo largo de miles de años y que constituye un túnel del tiempo para conocer nuestra historia? No tienen precio. Sería la respuesta fácil, incluso obvia. Pero sí lo tienen. Y no porque se trate de dos hábitats naturales de conservación prioritaria para la Unión Europea, un valor incalculable en sí mismo, sino porque una gestión sostenible de estos espacios deriva en una serie de servicios que sí ofrecen un beneficio medible al conjunto de la sociedad. Albergan especies cuya floración es esencial para que las abejas puedan producir miel y generar así un importante recurso para la economía local; son un cortafuegos natural frente a los incendios forestales por el uso extensivo del suelo por parte de la ganadería y el pastoreo; constituyen entornos para el uso recreativo y turístico; suponen, en el caso de las turberas, un regulador natural de los recursos hídricos; son el testimonio del patrimonio etnográfico y cultural de Galicia...

Todos estos servicios son posibles en la sierra de O Xistral (Lugo) gracias a la preservación de los espacios que realizan los propietarios de montes en mancomún, cuya gestión compatibiliza los usos tradicionales de la tierra con su conservación. Es un trabajo sin recompensa, al que pondrá precio un equipo de investigadores de las universidades de A Coruña y Santiago dentro de un proyecto Life financiado con dos millones de euros por la UE y en el que también participa la Diputación de Lugo. Es un trabajo a cinco años vista que incluye más acciones, pero cuyo punto de partida pasa por cuantificar las distintas áreas que componen este amplio territorio en función de su mayor o menor grado de conservación. Luego, en función del precio tasado, por compensar a los propietarios de forma objetiva. «Nuestra propuesta pasa por lanzar un sistema de pago por servicios a los propietarios», explica Jaime Fagúndez, profesor de Botánica en la Universidade da Coruña (UDC) y uno de los investigadores del programa. 

Un modelo a imitar

No será un abono que deban realizar los usuarios de estos hábitats, pero sí las distintas Administraciones. «No es una subvención -precisa Fagúndez-, si no un pago por servicios en función del esfuerzo de conservación realizado». Será, en cuanto se materialice, un sistema pionero en Galicia y en España, aunque no en Europa. «Es -constata el investigador- un instrumento que ya se ha empleado en otros países con buenos resultados. En O Xistral queremos abrir brecha y, si el modelo funciona, implantarlo también en otras zonas».

Promoción de los caballos salvajes para recuperar zonas degradadas

En la conservación de los hábitats de turberas y brezales de O Xistral existe otro actor clave: los caballos salvajes. Su acción es muy importante para el mantenimiento del sistema completo, desde la vegetación y el suelo a la cadena trófica. En este aspecto, el proyecto europeo propondrá su utilización para la recuperación de las zonas degradadas. «Son un elemento esencial para la conservación del hábitat», asegura Jaime Fagúndez. Otra de las iniciativas previstas, dentro de un programa de cinco años de duración, es la restauración de los espacios de brezales y turberas que fueron eliminados por la repoblación de pinos y eucaliptos.