María de la Fuente Freire: «Sí existe una discriminación a las científicas que quieren tener hijos»

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Gladys Vázquez

La responsable del Laboratorio de Nano-Oncología de Santiago, que fue penalizada en su contrato por ser madre, asegura que no pudo competir en igualdad

13 mar 2019 . Actualizado a las 20:06 h.

Se licenció en Farmacia en la Universidade de Santiago; realizó la tesis; completó su formación en el extranjero donde trabajó varios años hasta que fue captada en un primer momento por la Asociación Española contra el Cáncer; luego consiguió contratos tras pasar evaluaciones de lo más exigentes, y lo sigue haciendo; generó patentes; logró proyectos para financiar sus investigaciones, formó un equipo propio, publicó en las mejores revistas de su área... La carrera de María de la Fuente Freire(As Pontes, 1978), responsable del Laboratorio de Nano-oncología del IDIS de Santiago e integrante de Oncomet, no difiere mucho del de otros investigadores. Pero, en su caso, tenía ante sí un brillante futuro. Hasta que, con 34 años, tomó una decisión personal: tener un hijo. Y luego vino otro. En total, 13 meses de baja, un tiempo precioso en el no pudo competir en igualdad de condiciones a la hora de obtener un nuevo contrato Miguel Servet II, financiado por el Instituto de Salud Carlos III. Ganó la ampliación, pero con una categoría menor a la que aspiraba porque el tribunal no tuvo en cuenta su particular situación ni tampoco la dejó presentarse en la siguiente convocatoria, en la que ya podría presentarse en igualdad.

-¿Se discrimina a las científicas que quieren ser madres?

-Sí existe una discriminación desde el momento en que, por desgracia, la duración de las bajas no es equiparable y no se tiene en cuenta que la fisiología del hombre y la mujer son diferentes, el embarazo y posparto son procesos complejos, la alimentación y derechos del niño.... No se respeta la libertad de una mujer a ser madre sin tener que abandonar su carrera profesional. En mi caso, con el segundo embarazo, en ocasiones me preguntaban: ¿y tú carrera?, sin tener en cuenta el esfuerzo que supuso llegar a donde estás, y que no pretendes abandonar tu carrera ni descuidarla por ser madre. Simplemente habrá años con más dificultades.

-¿Habría que renunciar, entonces, a ser madre?

-En ciencia, parece que nunca es el momento para ser madre, cuando tú deberías tener hijos a la edad que consideres, no a la que te obliguen. Hay gente que pospone la maternidad y, cuando quiere, ya es demasiado tarde. Y hay mucha que renuncia a tener hijos, cuando cada uno debería poder tomar su decisión sin que su carrera se vea afectada por ello.

-¿Cree que su caso podría desanimar a otras científicas?

-¿Cuál es el mensaje que se da a la gente que viene detrás? Pues que no tengan hijos, porque si los tienen su carrera profesional se va a ver penalizada.

-A usted le cuesta hablar de su situación personal, pero lo hace. ¿Por qué?

-Yo no lo hago solo por mi, porque como yo hay muchas otras. Me resulta desagradable exponerme públicamente, pero entiendo que hace falta visibilizar la situación, porque tampoco es algo que solo les ocurra a las mujeres científicas, sino también a otras de los demás sectores. Hay que visualizarla porque hay gente que no puede denunciarla porque se va directamente a la calle. Conozco a mujeres que cuando van a una entrevista de trabajo les preguntan por su edad y si piensan tener hijos, cuando es una invasión intolerable de tu intimidad.

-¿Cuál sería la solución a su caso?

-La solución hubiese sido dejarme presentar en la siguiente convocatoria, como lo solicité en el momento en que se publicó la convocatoria y observé que habían suprimido los supuestos de interrupción, de modo que podría competir en igualdad de condiciones. No he tenido la oportunidad de hacerlo en un proceso de concurrencia competitiva. Ahora la única alternativa es alegar o interponer un recurso, no lo sé.

-Pero no lo hacen. ¿Reclamará?

-Sí. Está abierto el período de alegación y estoy esperando a que me envíen un informe detallado que motive su decisión. Pero que esto iba a pasar ya lo sabía en abril, y les expuse la situación, pero no podía dejar de presentarme.

-Quien toma la decisión es un organismo público.

-Es muy grave que lo haga un organismo público porque está vulnerando el principio de igualdad que tendría que defender. También es grave que en la convocatoria en ningún momento se publicaran cuáles son los supuestos de una interrupción larga, que no es solo el embarazo, sino también atender a un dependiente o una enfermedad de larga duración.

«Conciliar no es imposible, pero resulta estresante»

María de la Fuente Freire acumuló trece meses de baja laboral en sus dos embarazos, aunque en realidad tampoco pudo desentenderse completamente del trabajo, ya que tuvo que atender a los alumnos que realizaban su tesis y preparar informes.

-¿No se puede bajar la guardia en la carrera científica?

-Es una carrera muy difícil en la que tienes que estar siempre al 100 %, pero hace falta una mayor sensibilidad hacia este tipo de casos, porque si no corremos el riesgo de que el talento se pierda en el camino. Pero el problema es que no existe una carrera científica definida como tal, porque a los problemas que tenemos se suma la precariedad. En mi trabajo hay compañeros que van encadenando contratos desde el año 2000 y cada dos años se tienen que evaluar. La falta de estabilidad también afecta a la productividad real, porque no nos dejan margen para innovar. Hay una presión excesiva por publicar, patentar o conseguir proyectos y no te puedes parar ni un minuto para pensar e innovar. Y, en definitiva, para desarrollar nuestro trabajo, que es generar conocimiento que revierta directamente a la sociedad.

-Y con toda esta presión, ¿conciliar será imposible?

-Imposible no, pero es muy difícil, estresante. Hay que hacer encaje de bolillos y contar con la ayuda de terceras personas. Desde la Administración se dice que hay que fomentar la natalidad, pero luego no aplican medidas reales para que sea posible.

-¿Tampoco se puede si las tareas familiares se reparten?

-Esa no es la cuestión, porque por mucho que se repartan no puedes delegar todo en la otra persona. Si tienes hijos tú también tienes una responsabilidad.

-¿Ha recibido muchos apoyos?

-Sí, de la institución en la que trabajo, del grupo al que estoy adscrito, de muchas compañeras de profesión... Y también hay muchos compañeros hombres que nos están apoyando, porque empatizan con nuestra causa.