Vacas asturianas para proteger un valioso bosque de O Courel

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

SOCIEDAD

Vecinos de la localidad de Moreda crían un grupo de reses para mantener desbrozada una zona de alto valor medioambiental

06 oct 2017 . Actualizado a las 13:12 h.

Los visitantes que se acercan a la Devesa da Rogueira, el bosque autóctono más célebre de la sierra de O Courel, se encuentran desde hace tiempo con un numeroso grupo de reses que andan sueltas por el monte todo el día. Se trata de un rebaño de vacas de raza asturiana de la montaña -también conocidas como casinas- que fue formado hace ahora tres años por varios vecinos de la cercana localidad de Moreda. Aparte de los beneficios económicos que proporcionan a los propietarios, la principal función de estos animales es mantener desbrozados los terrenos próximos al bosque y reducir el peligro de incendios.

El rebaño está formado actualmente por un buey y 24 vacas de cría. Entre ellas, se cuentan ahora cinco becerras. «A idea ocorréusenos falando de que hoxe moitas terras quedan a monte e que a xente xa non cría gando como antes», explica Carlos Millares, copropietario de las reses junto con José Aira y José Castro. «Pensamos que sería interesante criar un rabaño para manter limpos os prados e aconselláronos comprar vacas desta raza, que se adapta moi ben ás zonas de montaña», agrega.

Buena adaptación

Desde que comenzó la experiencia, apunta Millares por otro lado, las vacas casinas se han adaptado perfectamente a la sierra y se arreglan por sí mismas sin apenas ayuda humana. No están estabuladas y pasan todo el año al aire libre. Tan solo en verano, para escapar de las moscas, buscan refugio por propia iniciativa en unas antiguas cabañas en las que se guardaban las ovejas. «Non temos que atendelas nin para os partos», dice el ganadero.

Las reses pacen en prados situados en los linderos del bosque sin adentrarse en él, salvo en algunas ocasiones, cuando el pasto escasea en invierno. En tales casos se acercan a los árboles para comer las hojas de las hiedras adheridas a los troncos. También se alimentan de castañas en el souto de Moreda, pero solo cuando ha terminado la temporada cosecha de este fruto. Ese es el único período en el que se les cierra el acceso a este bosque. Durante el resto del año pueden vagar por él y ayudan a mantenerlo limpio de maleza. Aunque la leche de las casinas se aprovecha en Asturias para elaborar algunos tipos de queso, las vacas de esta raza son sobre todo productoras de carne, pero por ahora los dueños del rebaño de Moreda solo venden terneros de recría.

La presencia de las vacas sueltas inquieta a algunos visitantes de la Devesa da Rogueira, pero nunca han causado el menor incidente. Millares indica que no se alteran ni siquiera cuando los propietarios capturan a los terneros para ponerles el crotal, es decir, para colocarles chapas identificadoras en las orejas. «Son máis mansas que as de raza rubia galega, que ás veces poden revolverse cando alguén se lles achega ás crías», comenta.