Dos embarazos penalizan la carrera de una investigadora de Santiago

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

DANIEL R. PORTELA / IAGO GARCÍA

El Carlos III no tuvo en cuenta su situación y rebajó la categoría de su contrato; el IDIS pide que se revise la evaluación

05 oct 2017 . Actualizado a las 12:12 h.

El Instituto de Salud Carlos III, organismo público adscrito al Ministerio de Economía, que financia y gestiona la investigación biomédica en España, ha concedido a la farmacéutica María de la Fuente, líder del laboratorio de nanooncología, del grupo de investigación contra el cáncer Oncomet de Santiago, un contrato Miguel Servet de categoría inferior al que aspiraba. La decisión ha indignado a la dirección del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y a sus colegas, además de a la interesada, y suscita solidaridad con ella, porque al evaluarla no se tuvieron en cuenta dos embarazos, por los que estuvo de baja 13 meses.

En el Instituto de Salud Carlos III matizaron ayer que la resolución sobre las plazas se basa en las decisiones de evaluadores y aún es provisional. Pueden presentarse alegaciones, y podría modificarse antes de ser definitiva. María de la Fuente avanza que alegará, por entender que es una convocatoria claramente discriminatoria y que ha vulnerado el principio de igualdad.

Los últimos 5 años tuvo un contrato Miguel Servet I, y el problema surge al evaluar su producción de ese período para concederle otro contrato para 3 años más. «Falta desarrollar normativa para situaciones como la mía, que hace dos años se contemplaban y no se sabe por qué ahora no. Por eso manifesté mi disconformidad cuando se publicó la convocatoria. Tuve que presentarme a la evaluación obligada, porque si no lo hacía me quedaba fuera. Y era previsible que podía ocurrir esto, porque a mí me evaluaban por menos de cuatro años y a otras personas por cinco», indica.

El IDIS también apoya que se revise la evaluación de esta investigadora, se valore su baja por maternidad y se mejore su contrato, pues sino sería «penalizarla» indica el director científico de la institución compostelana, José Castillo. «Entendemos que deben considerarse sus embarazos o demorar su evaluación un año, pues por las bajas que tuvo no pudo mantener el ritmo de trabajo y publicaciones. No se puede decir que se favorece la maternidad y no tener en cuenta una situación así», sostiene. Castillo está convencido de que, de poder competir en igualdad de condiciones, María de la Fuente conseguiría el contrato al que aspiraba.

Rafael López, director de Oncomet, destaca que «é unha investigadora de moito talento, ten a responsabilidade da liña de nanotecnoloxía en Oncomet. O que lle acontece non se comprende, parece que este país castiga a natalidade, cando é unha dos maiores problemas que ten. Unha persoa na súa situación non pode ter os mesmos resultados que outra que traballou un ano máis, ela non tivo o mesmo tempo produtivo», sostiene.

María de la Fuente recibe la solidaridad de numerosos colegas del IDIS, en especial de investigadoras que han afrontado problemas también por situaciones de embarazo, como Luísa María Seoane y María Pardo, directoras de los grupos de investigación de Fisiopatología endocrina y Obesidómica del IDIS. Las tres coinciden en que la carrera investigadora es más difícil y tiene menos reconocimiento aquí que en otros países, pero es mucho peor para las mujeres, por no valorarse debidamente el embarazo, el posparto y todo lo que suponen.

Cuando Luísa compitió por una plaza no se tenía en cuenta la maternidad; después lo hizo María Pardo y sí se valoraba. «Parece que se vuelve para atrás. Las circunstancias llevan a las investigadoras a retrasar la maternidad hasta mucho después de los 30 años y parece que no tenemos derechos como otras trabajadoras. Se prolonga nuestra precariedad. Si en un momento no tienes resultados te expones a que no te renueven. Es difícil tener hijos; pero también que te concedan una hipoteca por no tener empleo estable; incluso podemos enfrentar problemas por sufrir una enfermedad grave o tener que cuidar a una persona dependiente, nuestra situación es muy diferente a la de otro personal», sostiene Luísa.

«El Instituto Carlos III tiene un plan para promocionar la igualdad de género y no se entienden decisiones como esta, que provocan que haya menos mujeres investigando. Cada vez destacan más, pero parece que es una profesión de hombres y hay que comportarse como hombres para tener éxito; no se entiende el ser mujer y tener hijos. Las recomendaciones de la UE para la contratación enfatizan que el rendimiento de los investigadores no se vea socavado por la inestabilidad de los contratos de empleo. La convocatoria europea Starting Grant amplía año y medio por cada hijo, y aquí no quieren tener en cuenta la baja maternal», afirma María Pardo.

María de la Fuente, María Pardo y Luísa Seoane relatan que durante sus bajas maternales hicieron informes y otros trabajos; además de estar con el carrito del bebé y el ordenador; o se vieron obligadas, después de 15 días en el hospital por una cesárea, a tener que viajar a Madrid para defender su plaza.

Una trayectoria muy competitiva y con grandes exigencias

En la trayectoria de María de la Fuente, antes de conseguir el contrato Miguel Servet, obtuvo otros, anteriores y posteriores a su tesis doctoral, de la Xunta, Ministerio de Educación, de la fundación Martín Escudero y de la Asociación Española Contra el Cáncer; amplió formación en el extranjero y en estos últimos años ha participado en dos patentes sobre tecnología, de las que prevé ahora publicaciones: «Menos un par de años que me contrataron, el resto lo conseguí en convocatorias muy competitivas. El contrato Miguel Servet exige tener tu propio grupo, línea de investigación, conseguir financiación, patentes o publicar al máximo nivel». Si le otorgan el contrato que reclama, sería el tercero del IDIS este año, que le situaría en el rango superior en España.