La criomicroscopía electrónica, ¿qué es eso?

Mikel Valle TRIBUNA

SOCIEDAD

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La academia sueca ha otorgado el Nobel de Química 2017 a tres investigadores que nos han regalado la criomicroscopía electrónica a aquellos que nos interesa conocer cómo funcionan las máquinas que trabajan dentro de nuestras células. ¿En qué consiste la técnica? Sencillo conceptualmente. Observamos estas grandes moléculas en un microscopio electrónico a temperaturas de infarto (como a -1800 C), tomamos fotos, las metemos en un potente ordenador, y por arte de magia obtenemos un mapa en tres dimensiones en el que podemos localizar todos los átomos de nuestra molécula de interés. De esta forma, podemos entender a nivel físico-químico el funcionamiento de estas máquinas y explorar la capacidad de distintas drogas de alterar su funcionamiento.

Sus ventajas con respecto a otras técnicas son variadas y de peso. Necesita cantidades muy pequeñas -importante si la muestra es preciada, como ocurre casi siempre- y además observamos las moléculas en un estado natural (bueno, casi) sin necesidad de obtener cristales, como les sucede a los pobres y sacrificados cristalógrafos. Además, podemos descifrar la estructura de las máquinas de interés , incluso si dichas moléculas no paran de moverse (de hecho su movimiento es parte esencial de su funcionamiento). Un verdadero chollo científico-tecnológico que nos ha proporcionado recientemente la estructura del virus del zika o la de los agregados de proteínas asociados al alzhéimer. En ambos casos, la versatilidad y rapidez de la criomicroscopía electrónica para conseguir resultados ha sido esencial.

A propósito, en España aún no disponemos de un microscopio electrónico que esté a la altura de este reconocimiento. Seguimos a la espera.