La vendimia más madrugadora de Galicia se convierte también en la más larga

M. Alfonso / M. Cobas / L. Díaz VILAGARCÍA, OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

ROI FERNÁNDEZ

Las condiciones meteorológicas provocan que el viñedo madure a velocidades muy distintas

25 sep 2017 . Actualizado a las 17:27 h.

«A vendima deste ano vai coma a canción do verán, a modiño», bromea el presidente del consello regulador de la Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez. En esta denominación de origen, al igual que en el resto de las de Galicia, llevan ya un mes recogiendo uva. Y todavía no han terminado. «A vendima deste ano é anormal, vai por tramos», ratifica Juan Casares, su homólogo en el consello de O Ribeiro. Primero convocaron una vendimia de urgencia, para sacar la uva dañada por el granizo. Después se incorporó el resto de la cosecha y, ahora, todavía están pendientes de recolectar la uva en aquellos viñedos afectados por las heladas. Los trabajos comenzaron más pronto que nunca, pero también se prolongarán durante más tiempo del previsto. Es la recogida más larga. Y también la cosecha de las mil vendimias.

«Ía ser unha recollida en dous tramos, pero a finais de agosto caeu a sarabia e houbo que facer unha vendima de urxencia», reitera Casares. Así que en O Ribeiro, a estas alturas, todavía no han terminado. Es pronto, aseguran, para determinar en qué medida afectarán a la cantidad todos eses episodios meteorológicos adversos. «Dar cifras nun ano normal é difícil, neste é unha loucura», explica. Lo único que tiene claro «é que será inferior á do ano anterior», afirma. Hasta ahora han recogido 8,2 millones de kilos, frente a los más de once que se vendimiaron el pasado ejercicio. «Ogallá estiveramos falando de que non é a metade, pero máis da metade da vendima xa está feita», concluye.

También en Monterrei la recogida avanza con calma. «Va ser una vendimia larga, comenzamos el 26 de agosto y seguiremos hasta mediados de octubre», explican en el consello regulador. El problema es que las condiciones meteorológicas provocaron que la uva madurase en varias fases, «incluso dentro del mismo viñedo hay uva madura y otra que no», aseguran. Por ahora han recogido algo más de un millón de kilos, cuando el año pasado superaron los cuatro, pero tienen claro «que va a haber un descenso», en lo que a la cantidad se refiere. A cambio, la uva está sana, en un estado fitosanitario excelente.

Una situación similar se da en Valdeorras, donde la vendimia lleva más de un mes en marcha, después de que el 14 de agosto abriera la recogida la bodega Bioca en un viñedo en Petín. Y desde la semana pasada vive su apogeo, pues fue entonces cuando abrió la cooperativa de A Rúa, la más voluminosa en kilos recogidos. Hasta el momento se han recolectado unos 4 millones de kilos, de variedades tanto blancas como tintas. Lo que destacan desde el consello regulador es que la uva está sanísima, puesto que la falta de lluvias favorece que no entren enfermedades.

Vendimia de muchas y dispares velocidades en Ribeira Sacra. Para algunas bodegas, comenzó el pasado 19 de agosto. Fecha insólita pero justificada en un año atípico por el adelanto del ciclo vegetativo en las zonas que se salvaron de las heladas primaverales. El adelanto en la madurez de la uva, sobre todo en algunas zonas del Sil, hizo que se anticipase la recogida en muchas viñas. Los vinos frescos y sin exceso de grado son tendencia y nadie quiere arriesgarse a que la uva se pase y pierda finura. Las grandes bodegas son otra historia. Compran uva en zonas muy dispares, donde los ritmos de maduración también difieren notablemente. Pensando en ellas, el consejo regulador autorizó la recolección de la uva con carácter general a partir del 7 de septiembre.

Recogida irregular

Por el momento se recogieron 4,8 millones de kilos el consejo regulador confía en cerrar la campaña con cinco millones. La merma de la cosecha por las heladas en Quiroga, Pantón y la ribera del Cabe en Sober, se verá compensada, según los responsables de la denominación de origen, por la abundancia de uva en otras zonas. La vendimia va muy avanzada en la ribera del Sil, pero todavía quedan amplias zonas del Miño donde no se procedió a la recogida de la uva. En algunos viñedos hubo una segunda brotación después de las heladas. Esa cosecha tardía no garantiza ni de lejos una producción normal, pero permitirá que algunas viñas al menos no queden sin vendimiar. Serán las últimas en las que se recolecte la uva. La cosecha más madrugadora en la historia de Ribeira Sacra, y del resto de denominaciones de Galicia, posiblemente sea también una de las más largas.

Rías Baixas, la excepción de este año con una cosecha abundante y de calidad

Más de la mitad de la producción vitícola de Galicia se recoge al amparo de la denominación de origen Rías Baixas. Y en la provincia de Pontevedra, al contrario que en las de Ourense y Lugo, las condiciones meteorológicas no castigaron al viñedo. Es más, desde el consello regulador mantienen que esta será una de las cosechas más abundantes de su historia. De hecho, ya se han recogido 37,8 millones de kilos. Las condiciones de la vendimia, eso sí, son muy similares a las registradas en el resto de Galicia. Los trabajos comenzaron antes que nunca, el 22 de agosto, y se están prolongando durante más un mes.

«Esta es una vendimia muy larga porque había mucha heterogeneidad en la maduración del fruto», explica Ramón Huidobro, gerente de la denominación de origen. Afortunadamente, añade, «el tiempo acompañó y pudimos hacer una vendimia selectiva». Los racimos estaban en perfecto estado sanitario y, además, llovió justo cuando iba a empezar el grueso de la recogida «y eso engordó la uva, concentró los azúcares y bajó la acidez», añade. Así que las previsiones no podrían ser mejores. Confía en que a lo largo de este fin de semana concluya el grueso de la recolección de las variedades blancas, y entonces solo quedarán pendientes las tintas. En cuanto a cantidad, «mantenemos las previsiones que manejábamos y es incluso posible que haya algo más de lo que habíamos previsto», concluye.