Santiago Pemán: «No me gusta el buen tiempo»

SOCIEDAD

JOSE MANUEL CASAL

El eterno hombre del tiempo de Galicia considera que la información meteorológica que se hace ahora ha mejorado mucho gracias a los medios de los que se dispone

15 sep 2017 . Actualizado a las 20:11 h.

El Libro de Estilo obliga a tratar de usted al entrevistado, pero Santiago Pemán (Santiago, 1936) me pide en primer lugar que lo tutee. Me cita en el Aeroclub de Santiago porque, al fin y al cabo, Pemán presume de ser piloto. El hombre -no esperaba menos- me fríe a refranes mientras descubro que escucharlo sin mirarlo es como viajar en el tiempo.

-Vaya sequía que tenemos. ¿Le sorprende?

-Sí, me sorprende. Pero son ciclos. Igual dentro de dos o tres años cambia y tenemos inviernos de esos en los que llueve desde septiembre a junio. Yo recuerdo cuando se recogían tres mil litros por metro cuadrado al año en Santiago. Y en este momento estamos en 1.800.

-Bueno, siempre se dijo que Santiago era la ciudad de España donde más llovía.

-Eso tiene una explicación. Entonces solo había pluviómetros en A Coruña y en Santiago.

-Ya, así cualquiera. ¿Qué hace ahora?

-Sigo vinculado a la meteorología porque nada me impide que abra la ventana y vea las nubes, ja, ja. Tengo un programa en TVG dedicado a los marineros que se llama Mar de fondo y hago colaboraciones por ahí.

-Tendrá tiempo para pasear, leer...

-Sí, voy a pasear, pero tengo una degeneración macular que me impide leer. En eso estoy jodido.

-¿Qué le parece la información meteorológica que se hace ahora?

-Ha mejorado mucho, porque hay muchísimos medios. Aunque a veces sería bueno que a la gente que presenta, a nivel nacional me refiero, les dieran un pequeño curso. A veces oyes frases que... ¿Usted se cree que se puede poner alguien delante de una cámara para decir «para mañana tendremos nubes en el cielo»? O ''Para mañana la previsión es incierta''. ¡Hombre! Con los medios que hay ahora!

Ed

-Usted en un ascensor es una compañía imbatible.

-Sí, ja, ja. Tengo alguna anécdota de ascensores. Una vez entré en uno en un centro comercial y me dijo un señor: «Con usted aquí, no podemos hablar del tiempo». Y, por supuesto, me puse a hablar del tiempo enseguida.

-¿Aún mantiene su popularidad?

-Esta mañana mismo me ha parado un matrimonio. Yo lo agradezco mucho, pero soy muy humilde. Yo no voy de guapo por la vida.

-¿Ha visto la película del día de la marmota [«Atrapado en el tiempo»]?

-No, pero conozco la tradición. Por aquí tenemos algunas parecidas. Por ejemplo, si el 14 de septiembre es ventoso, el resto del año será lluvioso. O, por la conversión de San Pablo [25 de enero], según sea el día, así será el año.

-Pero eso es un tiro al aire.

-Sí. Como lo de la marmota.

-Ya veo que sigue con los refranes. ¿De donde los saca?

-Los refranes son el Internet de la Edad Media. Todos tienen su por qué. Yo los sacaba de libros antiguos, de la gente mayor... Tengo muchísimos. Todos archivados. A ver, uno para este tiempo... Setembro, ou seca as fontes ou leva as pontes.

-Vaya huracanes que hay estos días.

-Sí, sí. Pero hay otro refrán sobre el 4 de octubre que dice: el cordonazo de San Francisco por tierra y mar se hace notar. Es el 4 de octubre, porque ese fue el día que el diablo tentó al santo y este lo espantó a cordonazos. Y un 4 de octubre fue cuando nos visitó el Hortensia, con cordonazos de 140 kilómetros por hora.

-¿Qué es lo que detesta?

-Humm, no sé. El trabajo mal hecho.

-¿Cuál es su lugar favorito?

-Pues como no me gusta el buen tiempo, mi lugar favorito es mi querida Galicia. A mí me agobian las altas temperaturas.

-¿Cuál es la mujer más guapa que ha conocido?

-La galerna del Cantábrico.

-¿Me ha entendido bien la pregunta?

-Le entendí perfectamente, pero he preferido darle una respuesta meteorológica.

-Mire, ahora casi todos tenemos una aplicación en el móvil que nos pronostica el tiempo con bastante precisión. ¿Qué espacio le queda al hombre del tiempo?

-El que tiene un maestro., con su pizarra y su mesa: dar clase.

-Dígame una canción.

-A mi me gusta la música clásica, pero tendré que decir una de Galicia. No sé... La Rianxeira.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-Pasar haciendo el bien, ayudando a la gente. La vida es acumular desengaños para al cabo de ciertos años bajar la cabeza y morir.

-¡Qué triste eso!

-Sí, pero es así la vida. ¿Es esto lo último que va a poner?

-Sí, era la última pregunta.

-Pues termine con esto: ¡Ata mañá!