El color y el estilo indígena marcan la pasarela de Nueva York

Sandra Faginas Souto
SANDRA FAGINAS REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La modelo Maye Musk, madre del presidente de Tesla, deslumbró a los 69 años en los desfiles de los modistos coreanos

10 sep 2017 . Actualizado a las 18:29 h.

Llena de contrastes, así es la mujer que se ha visto en la Fashion Week de Nueva York, en donde ninguna propuesta se parece a otra. Todas las tendencias caben en una pasarela que algunos cuestionan por diversos motivos. El principal es el desconcierto causado, además de por las diferentes localizaciones, por el hecho de que ya no se sabe qué temporada presenta cada diseñador ni si todos lo hacen con el mismo criterio. Hasta ahora se presentaba lo que estaría a la venta dentro de tres meses, ya no. Las nuevas estrategias de márketing (como el see now, buy now) han complicado lo que en teoría es la tendencia que se verá la próxima primavera. Una tendencia que abarca infinitas posibilidades de largos, anchos y tejidos.

Sin embargo, en toda esa entretela, anteayer destacaron varios nombres y algunas propuestas, como la alegría de la diseñadora Tory Burch, quien apostó por el color y la profusión de geometría para afrontar «tiempos turbulentos». Inspirada en la campiña inglesa, sus modelos desfilaron en los jardines del museo de diseño Cooper Hewitt en Manhattan, con una colección llena de entusiasmo y frescura, en la que el ocre llamó la atención. «Mi meta -señaló Burch- es experimentar con el color para que las mujeres no tengan que vestir siempre de negro». «Mi ropa exuda alegría y felicidad, sin ignorar la tristeza de lo que sucede», añadió.

La pasarela de Nueva York convocó también al colombiano Raúl Peñaranda, a la firma Monse, así como a la debutante casa hawaiana Manaola, llena de originalidad. 

Estampados tradicionales

Sus piezas sorprendieron por los estampados tradicionales de la isla, con una moda que evoca la naturaleza en todo su esplendor: olas, corales, rayos, o frutos se dibujaron en vaporosas faldas negras, ceñidas a la cintura, cortas en la parte delantera pero con colas de varios metros, en un tributo a las raíces del diseñador Manaola Yap.

Además, Kate Spade presentó su colección en un icono de Nueva York, el célebre Oyster Bar de la Estación Central de trenes, con sus techos abovedados de baldosas. Pero como el tema de esta colección fue Nueva Orleans, se sumó a la fiesta una orquesta de jazz mientras las modelos se paseaban con vestidos de colores pastel, floreados, románticos y livianos, con chaquetas de estilo universitario y jeans sobrios.

Pero sin duda, la persona que deslumbró sobre la pasarela neoyorquina fue la modelo Maye Musk, madre del presidente de Tesla, quien a sus 69 años desfiló con ropa de jóvenes diseñadores coreanos, un país donde es muy conocida. Con su característico pelo blanco, Musk puso una sonrisa sobre la pasarela y se mostró rotunda sobre su futuro: «Trabajaré hasta el infinito, hasta que dejen de llamarme».