Un supermercado alemán vacía sus estantes de productos extranjeros para combatir el racismo

La Voz

SOCIEDAD

PEPA LOSADA

Las reacciones han sido variadas y, mientras unos elogiaban la iniciativa denominándola como «sabia», otros la tachaban de «mala idea»

24 ago 2017 . Actualizado a las 13:16 h.

La tienda Edeka, que es la cadena de supermercados más grande de Alemania, eliminó los productos fabricados en el extranjero de sus existencias en una reivindicación contra el racismo y por lo tanto, a favor de la diversidad. En su lugar, han reemplazado los espacios donde debería haber bienes de consumo por letreros anti-xenófobos. Las reacciones ante la campaña han sido variadas, pero la más común fue la de los compradores percatándose de lo dependientes que en realidad eran de los productos fabricados fuera de su país de origen.

Un propio trabajador de la empresa explicó, para que la gente comprendiese el objetivo de la campaña, que «Edeka es sinónimo de variedad y diversidad» y que «en nuestras tiendas vendemos numerosos alimentos que se producen en distintas regiones de Alemania». Y es que, además, esto tiene una explicación lógica, ya que solo con productos de otros países «es posible crear una variedad única», tal y como dijo el portavoz.

Sven Schmidt, que proporcionó las fotografías a The Independent, afirmó que la campaña era positiva para la sociedad, pero que había visto reacciones negativas después de publicar las imágenes compartidas por miles de personas en Twitter que le habían hecho reafirmarse aún más si cabe en su posición. «Mirando todas las menciones de odio, estoy contento de haberlo publicado esto contra los racistas», ha dicho Schmidt. Por otro lado, la vicepresidenta del Partido Unión Democráta Cristiana, Julia Klöckner, elogió la actuación denominándola como «sabia» por el hecho de que,  por lo menos, daría qué pensar a la gente.

Mientras, otros dijeron que la campaña se había hecho con la intención de influir en las elecciones federales del país del próximo mes y algunos incluso se opusieron políticamente al movimiento. De hecho, desde el partido Alternativa contra la inmigración para Alemania, Marcus Pretzell respondió a las declaraciones de Klöckner diciéndole: «¿Por qué es exactamente sabio? ¿No es bastante mala?», alegó. A mayores, hubo gente que se posicionó desde la perspectiva de que un supermercado no era un lugar para involucrarse en discusiones políticas. En definitiva, las conversaciones alrededor de esta polémica han inundado las calles de Alemania y se han hecho virales en las redes, donde desde hace ya algún tiempo se considera el tema de la inmigración como un cuestión clave en la política alemana.