Veterinarios y farmacéuticos difieren en el control de los medicamentos animales

E. Álvarez / F. Ulloa / T. Taboada SANTIAGO, OURENSE, LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

RAMON LEIRO

Los primeros defienden que Medio Rural esté al frente y los segundos lo ven un tema sanitario

23 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que en otras comunidades, el control de los medicamentos de uso animal recae en la Consellería de Medio Rural. Sin embargo, el elevado consumo de antibióticos de uso veterinario, que según la Agencia Europea de Medicamentos sitúa a España como el país con mayor índice de consumo, obliga a repensar si está llevando a cabo un correcto control, dispensación y suministro. Esta es al menos la opinión de los colegios de farmacia, que cuentan con un grupo de trabajo de medicamentos veterinarios impulsado desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Lo que reclaman es que este control recaiga en los inspectores farmacéuticos, y no en Medio Rural como ocurre ahora, ya que afirman que el consumo excesivo de medicamentos y sobre todo de antibióticos tiene consecuencias directas en la salud de las personas.

De momento la Xunta no tiene intención de modificar las atribuciones de competencias de sus profesionales. Desde Medio Rural recuerdan que todos los establecimientos dispensadores de medicamentos de uso animal deben contar con un farmacéutico garante, «e é aí onde os farmacéuticos teñen que exercer o seu labor». Sin embargo, el control integral, que incluye vigilar los residuos en leches y otros productos, los piensos medicamentosos, el uso en las clínicas veterinarias o en las explotaciones, forma parte de las atribuciones de los servicios veterinarios oficiales de la Xunta «e non está previsto modificar este criterio».

El colegio oficial de farmacéuticos de Ourense recuerda que la resistencia a los antibióticos puede convertirse en un grave problema de salud humana si no se toman medidas. Y achacan esta resistencia fundamentalmente a dos factores, la ausencia de investigación, por lo que al no salir nuevos productos las bacterias logran hacerse resistentes; y la falta de control en los de uso animal. Por eso reclaman que sean los farmacéuticos los que se ocupen estrictamente «de su suministro y control». 

Numerosos controles

Esta petición no ha gustado al colectivo de los veterinarios. Desde el colegio ourensano aseguran que se realiza un escrupuloso seguimiento a los profesionales, tal y como se recoge en la Ley del Medicamento, en relación a la dispensación de medicamentos. Y no creen que la causa de las resistencias bacterianas deba buscarse en el canal veterinario.

Tanto los mayoristas como las comerciales veterinarias deben contar con un farmacéutico garante en plantilla, y además, en el caso concreto de los animales de consumo humano, hay numerosos controles para que si estos animales fueron tratados con fármacos, se impida que el medicamentos pase a la cadena alimenticia ya que se establece un plazo de seguridad adecuado a cada fármaco.

Finalmente, el colegio de veterinarios de Ourense cree que Medio Rural debe mantener el control de estos servicios y no Sanidad como quieren los farmacéuticos, «porque ellos llevan el registro de las explotaciones y animales, y son quienes mejor pueden ejercer ese control sanitario», explica Pablo González, jefe de la sección técnica del colegio ourensano.

La presidenta del colegio de veterinarios de Lugo, Ana María López Pombo, coincide en estros argumentos y sostiene que debería haber más control sobre las comerciales, ya que en ocasiones los empleados dispensan sin receta, permitiendo que los medicamentos puedan dejar residuos en productos alimenticios.

Las entidades comerciales deben contar con un titulado en farmacia

Los establecimientos dispensadores de medicamentos para uso animal tienen que contar con un farmacéutico garante que vigile el almacenamiento de los medicamentos; las condiciones de transporte, entrada y salida; la supervisión del cumplimiento de la legislación especial sobre estupefacientes y psicótropos; y que garantice el cumplimiento de las disposiciones de orden sanitario sobre la dispensación de estos productos.

El problema, explica Ana María López Pombo, la presidenta de los veterinarios de Lugo, no está ni en su colectivo ni en el de los farmacéuticos, sino en la dispensación. Es decir, el mayor control debe ejercerse en las comerciales «que no se ciñen a lo que manda la ley, es decir, a dispensar con receta». 

Productos caducados

Por ejemplo, apunta López Pombo, los farmacéuticos de estas entidades comerciales deben vigilar y no permitir que la dispensación la cambie el propio empleado «porque se venden productos caducados y se les ofrecen a ganaderos a bajo precio para que se los lleven», explica.