El consumo de opiáceos se dispara en EE.UU. y empieza a repuntar en Europa

mateo casal / m. f. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Es la primera causa de muerte accidental en Estados Unidos, por encima de los accidentes de tráfico y las armas de fuego

19 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Empezar tomando oxicodona para aliviar los dolores de espalda; terminar enganchado a la heroína. Los opiáceos -morfina, heroína, metadona y otros derivados sintéticos- se han convertido en un problema a escala mundial. La adicción a estas sustancias son una «amenaza nacional» en Estados Unidos, como ratifica su presidente Donald Trump, que lo empleó como arma electoral. Actualmente el uso indebido de opiáceos es la primera causa de muerte accidental en este país, superando los fallecidos por arma de fuego y en accidentes de tráfico.

Esta alerta se extiende a nivel mundial, según confirma las Naciones Unidas en su último informe referente a las drogas. La American Society of Addiction Medicine detalla que cada día mueren 91 estadounidenses por sobredosis de opiáceos. Estas preocupantes cifras también se extienden a Francia. Los pacientes adictos a opiáceos en el país galo aumentaron en un 161 % en diez años, como indican datos difundidos en un congreso de la Sociedad Francesa de Farmacología.

El perfil de los drogadictos dista de la falsa creencia de que son los jóvenes los principales dependientes. Los más golpeados por esta lacra superan los 35 años. Muchos acuden a la calle en busca de derivados sintéticos más baratos o directamente se pasan a drogas más duras como la heroína. 

Fentanilo

Un opiáceo 50 veces más potente que la heroína, así es el fentanilo. Fue la sustancia que provocó la muerte de Prince y una de las pastillas ingeridas por Michael Jackson en su fatídico cóctel. Este opiáceo, el más potente disponible para el uso médico, es el causante de gran parte de las sobredosis en Estados Unidos. «Es empleado por veterinarios para dormir elefantes e hipopótamos. Por lo que si te pasas un poco con la dosis te quedas dormido como un pajarito», dice Manuel Isorna, técnico en prevención de la drogodependencia del ayuntamiento de Catoira y profesor de la Universidad de Vigo.

La situación en Galicia no llega a estos límites. No obstante, son cada vez más los hospitales gallegos que tienen que guardar bajo llave los opiáceos sintéticos. La causa es la gran dependencia que estos generan en los pacientes aquejados de fuertes dolores. Pese a ello, según confirma Marisa Manteiga, terapeuta del Proxecto Home, la cifra de los que acuden con adicciones a los opiáceos se mantiene estable. «El perfil es de gente que empieza con porros o alcohol y termina enganchada a la heroína», cuenta.

Este problema puede extenderse por Europa, siguiendo los patrones que siguen otro tipo de drogas. «Pasó con el bum de la heroína o el de la marihuana. Las tendencias adictivas generadas en Estados Unidos suelen trasladarse a España», dice Manuel Isorna. «Calcula que en 5 o 10 años el uso de opiáceos en España se va a disparar. La causa es el mimetismo con Estados Unidos», comenta.

El cese de conflictos bélicos en Afganistán y los Balcanes también puede ser clave para el aumento de opiáceos en Europa. Se trata de la principal vía de paso de heroína desde Asia. Allí, los conocidos como «señores de la guerra», se abastecen de armas gracias al cultivo y posterior tráfico de opio. Por ello, durante los años de mayor tranquilidad bélica, la exportación aumenta. «Hay un crecimiento en los países del Este y puede alcanzar al resto de Europa», explica Manuel Isorna.