España aspira a ser principal proveedor de la UE tras la crisis de los huevos tóxicos

carmo lópez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

FRANCOIS LENOIR | Reuters

Bélgica acusó a los holandeses de ocultar la contaminación desde noviembre

10 ago 2017 . Actualizado a las 07:59 h.

Bélgica y Holanda no dejan de pasarse la pelota sobre la responsabilidad de un escándalo alimentario que podría acarrear graves pérdidas al sector avícola de los países afectados. Este miércoles, el ministro belga de Agricultura, Denis Ducarme, acusó a los Países Bajos de haber ocultado la contaminación de los huevos desde noviembre, pero el Gobierno del principal exportador europeo de ese producto lo niega. «Hasta el momento», España ha quedado al margen, como reiteró este miércoles el Ministerio de Sanidad. La salva que es el tercer país de la Unión con mayor número de gallinas ponedoras, un factor que hace que no tenga que importar producto del exterior. Es más, la propia España envía huevos a Holanda. Y ahora podría relevar a ese país como primer proveedor de Europa. Los Países Bajos son ahora los que están a la cabeza, por delante de Polonia, donde también están analizando ahora partidas. España está en tercer lugar. Por eso, como apunta la directora de la Asociación Española de Productores de Huevo (Aseprhu), María del Mar Fernández, «aunque todavía no hemos evaluado cómo nos afecta el asunto, España puede acabar agarrando parte del mercado exterior holandés».

No han tenido tanta suerte estados como Austria, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Irlanda Italia, Holanda, Polonia, Rumanía y Suecia, donde las autoridades sanitarias están revisando las partidas llegadas de Alemania, Holanda y Bélgica. De momento, han detectado remesas con fipronil en esos tres países, junto con Francia.

«No es un problema belga. Es europeo. No es fácil lidiar con la falta de cooperación de un país vecino para compartir sus informaciones, y esto crea un elemento de tensión», afirmó Ducarme, como recoge Efe, durante un debate extraordinario en la comisión de Economía del Parlamento federal. Además, añade Europa Press, dijo que las autoridades de los Países Bajos tuvieron conocimiento de la existencia del insecticida fipronil en huevos contaminados en noviembre del 2016 y no lo comunicaron.

Informe

«La AFSCA ha recibido de manera no oficial informaciones internas de un informe que la agencia holandesa transmitió a su ministro que constata la presencia de fipronil en huevos holandeses desde el fin de noviembre del 2016», afirmó. Por ello, ha pedido a su homólogo holandés, Martijn Van Dam, que explique esta falta de información. «Cuando un país como Países Bajos, uno de los más grandes exportadores de huevos, no transmite esta información supone un verdadero problema», añadió el ministro belga.

Holanda no tardó en responder por medio del inspector general holandés Rob van Lint. «No había indicaciones de la presencia de fipronil en los huevos ni de un potencial peligro para la salud», declaró a la cadena RTL. Según explicó, la NVWA recibió información sobre la utilización de este insecticida en establos, pero no de que estuviera presente en los huevos.

Pero eso no basta para que Bélgica continúe echando balones fuera. La credibilidad de la Afsca está en tela de juicio después de que un contraperitaje revelara que la presencia de fipronil sobrepasaba el techo de «riesgo» para el consumo en una de las muestras.

Después de decir que los huevos de los supermercados belgas eran totalmente seguros, la Afsca anunció, a raíz de esa nueva analítica, la retirada de diez referencias, que ha recomendado a los consumidores no ingerir y devolver a los comercios de origen. En los países afectados se han retirado decenas de millones.

Más allá de los huevos

Parlamentarios como el líder de Ecolo, Jean-Marc Nollet, mostraron su preocupación por el alcance que este escándalo pueda tener más allá de los huevos y las granjas avícolas. De hecho, durante el debate presentó un documento que refleja la importación de 3.000 litros de este pesticida, en mayo del 2016, provenientes de la empresa rumana SC Farmavet y con destino a una sociedad belga. «La parte escondida del iceberg puede ser potencialmente más grande», afirmó el diputado, quien pidió al Gobierno que precisara «desde cuándo ha habido huevos contaminados en Bélgica».

Ducarme, por su parte, presentó un informe detallado de la Afsca sin dar nombres de empresas implicadas, que presupone que el insecticida detectado en los huevos belgas provenía de Holanda, mientras que en un principio se apuntaba a que este había sido vendido a Holanda por una compañía belga, Poultry Vision, ubicada en la provincia de Amberes.

Por su parte, la Comisión Europea enfatizó este miércoles que los Estados miembros son los responsables «principales» de llevar a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer las causas del escándalo y de tomar las «medidas adecuadas». «La Comisión ha tomado y está tomando las medidas necesarias», aseguró el portavoz del Ejecutivo comunitario.