¿Debe acortarse el uso de antibióticos?

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio lo sugiere para evitar resistencias, pero solo lo pueden decidir los médicos

28 jul 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

Completar el tratamiento con antibióticos «no está respaldado científicamente» y un uso prolongado incluso podría generar resistencias bacterianas. Sin introducir matices, la conclusión de un estudio publicado en la revista científica British Medical Journal es sugerente y, cuando menos, sorprendente. Lo es porque hasta el momento el mantra en el que continuamente insisten los médicos es en la necesidad de agotar las dosis prescritas para garantizar la erradicación de la infección y para evitar, precisamente, que las bacterias se hagan más resistentes a los fármacos. Pero es engañoso. Los especialistas hace ya tiempo que reducen la duración de los tratamientos, pero solo cuando es posible. Y, sobre todo, lanzan una advertencia: ningún paciente debe abandonar la mediación por su propia cuenta y riesgo. Solo si así se lo prescribe el profesional.

«Lo que no se puede hacer es lanzar mensajes con la ligereza de que completar el medicamento no está respaldado científicamente, porque la gente puede interpretar que se pueden tomar los antibióticos como le venga en gana, y eso sería peor», explica Germán Bou, jefe de Servicio de Microbiología en el Complejo Hospitalario Universitario da Coruña y uno de los referentes en España en investigación de fármacos antibacterianos.

«Acortar un antibiótico -insiste- debe de estar en manos del médico, nunca del paciente en el momento en que piense que ya se encuentre bien». Y en esta línea insiste su colega Enrique Míguez, responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del mismo centro. «Los médicos -dice- ya tratamos de ir hacia una reducción de la duración de los tratamientos, porque los antibióticos no son inocuos. Intentamos ofrecer lo mínimo y en las dosis adecuadas, pero siempre atendiendo a cada tipo de circunstancias».

«Depende -asiente Bou- de la gravedad y del curso clínico del paciente, de si tiene enfermedades de base o del tipo de infección, porque no es lo mismo una infección urinaria, mucho menos grave, que una neumonía».

Concepción González, que investiga desde la Universidade de Santiago en el desarrollo de antibióticos más eficaces, entiende, tal y como se sugiere en el estudio, que cuanto más tiempo perdure un fármaco en el organismo más posibilidades existen de que las bacterias se adapten y creen resistencias, lo que en absoluto significa que los pacientes puedan retirar la medicación antes del tiempo que le indiquen los facultativos, ya que la prescripción está indicada para cada tipo de persona e infección. «Lo mejor es seguir siempre el consejo de los médicos», advierte.

Es cierto que la tendencia apunta hacia ciclos más cortos de fármacos, pero la decisión la deben tomar los profesionales. Es en lo que insiste Helen Stokes-Lampard, presidenta del Colegio de Médicos de Gran Bretaña. «Es importante -dice- que los pacientes reciban mensajes claros, y el mantra sigue siendo completar el ciclo de antibióticos. Cambiar esto es confundir a la gente».