Llegan el viernes y hay lista de espera de familias acogedoras
04 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En la madrugada del viernes está previsto que lleguen al aeropuerto de Santiago, en dos vuelos, 326 menores, con edades entre 9 y 13 años, quienes pasarán dos meses en Galicia. Se cumplen así 25 años desde que comenzó el programa Vacacións en paz, afirma Maite Isla, presidenta de la Asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui, que promueve la iniciativa. A ella y a Emilio Portela, vicepresidente de la entidad, les entregó ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, los documentos acreditativos para garantizar la cobertura asistencial de ese colectivo.
Todo está listo para recibirles. Finalmente se consiguieron familias suficientes, e incluso hay algunas en listas de espera, señalan Maite y Emilio. Se precisaban sobre 200 familias para mantener la oferta, y se superó la cifra.
El grupo de menores del Sáhara residirán en 298 hogares gallegos, pues alguno acoge a dos. Las familias fueron seleccionadas por especialistas en psicología y trabajo social. Además, recibieron charlas formativas para explicarles el programa; y pasaron valoraciones de Menores de la Xunta, y de la Subdelegación del Gobierno. Dos fueron excluidas por informes negativos sobre su idoneidad.
El municipio a donde irán más es a Vigo, destino de 70. Hace unos meses había solo 20 familias viguesas disponibles, pero se sumaron medio centenar más, destacó Portela, quien acoge saharauis hace 20 años. Lo mismo ocurrió en otros municipios de las cuatro provincias, tras el llamamiento realizado a través de los medios de comunicación. Así, en Sada esperan a 10 menores o a 7 en Santiago. Maite Isla resaltó asimismo la respuesta en municipios del interior, y en algunos como Rodeiro o Silleda se da un crecimiento importante respecto a otros años, destacó.
El Servizo Galego de Saúde les ofrecerá prestaciones en centros de atención primaria, hospitales y farmacéuticas. Incluye desde consultas a cirugía si la precisan, vacunas, urgencias y demás tratamientos que puedan necesitar. Isla y Portela resaltaron la relevancia de esta asistencia, pues en años anteriores incluso se descubrieron dolencias que ignoraban.
Estos menores regresan con fotografías de recuerdo; pero también con alimentos y material escolar y sanitario, que reparten al llegar, explican Isla y Portela.