Ultiman la guía para la detección precoz en atención primaria de la hepatitis C

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

INTI OCON | AFP

El Sergas destaca que aumenta el contagio a través de tatuajes y pírsines

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad decidieron el día 21 extender los nuevos tratamientos de la hepatitis C a los enfermos con un grado más leve de este virus, que son los denominados F0 y F1. Un día después, la Comisión Autonómica Central de Farmacia e Terapéutica del Sergas se reunió para instar a todas las gerencias a aplicar de inmediato esta medida.

¿Y cuáles son los siguientes pasos? Teniendo en cuenta que los nuevos fármacos tienen una efectividad de en torno al 97 % en cuanto a la eliminación del virus, lo importante es que la hepatitis C se detecte a tiempo, para que cuando se trate al enfermo este no tenga un alto grado de fibrosis o incluso cirrosis, ya que aunque los medicamentos eliminan el virus no curan las enfermedades que este provoca.

De ahí que el Ministerio de Sanidad ultime la guía de recomendaciones para el diagnóstico precoz del VHC (virus de la hepatitis C) en centros sanitarios. En esta guía se recogerán los colectivos de riesgo a los que se les ofrecerá en el ámbito de la atención primaria una prueba de detección del virus -que se hace mediante un análisis de sangre-, para mejorar el diagnóstico precoz.

Aunque es ahora cuando los expertos deben definir cuáles serán esos colectivos, en el propio plan estatal se recoge que los que tienen mayor riesgo de infección son, entre otros, usuarios de drogas inyectadas y esnifadas; pacientes tratados con productos sanguíneos antes de 1990; expuestos a infección nosocomial por hepatitis C; convivientes con enfermos de hepatitis C crónica; con tatuajes o pírsines; expuestos a procedimientos que utilicen instrumental punzante sin los controles higiénico sanitarios adecuados (acupuntura y mesoterapia); en hemodiálisis; o pacientes infectados con VIH.

Jorge Aboal incide en las personas con tatuajes y pírsines, ya que de las últimas reuniones se desprende que últimamente es el medio de contagio más habitual, por lo que hay que insistir en las medidas de prevención y de control para evitar la infección. 

¿Qué está funcionando ya?

La actualización del Plan estratégico para el abordaje de la hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud incluye varias novedades. La primera es que ya se extienden los nuevos fármacos a todos los pacientes de hepatitis C, aunque prácticamente no haya fibrosis, como es el caso de los F0. La segunda es que se acortan los tratamientos en algunos casos. En concreto, los pacientes que tengan hepatitis C en grado F0 y F1 solo tendrán que someterse ocho semanas al tratamiento. Jorge Aboal, director xeral de Asistencia Sanitaria, recuerda que, «la experiencia que tenemos con la farmacoterapia nos recomienda tratamientos cortos, que son igual de efectivos y más llevaderos para que el ciudadano se adhiera a ellos y los cumpla de forma completa», indica. 

Finalmente, se elimina la obligatoriedad de determinar la carga viral a las cuatro semanas de tratamiento, como estaba recogido hasta ahora, y solo será imprescindible el análisis a las doce semanas de finalizar. «Era una forma de saber si el virus progresa, no progresa o se estabiliza, pero la determinación absoluta, para saber si se ha curado o no, es la de las doce semanas, por lo que con hacer simplemente esa prueba ya sabemos si el tratamiento ha tenido éxito o no», apunta el responsable de Asistencia Sanitaria de la Consellería de Sanidade.

En seis meses dos mil gallegos recibirán los nuevos tratamientos

La generalización de los nuevos tratamientos a todos los pacientes gallegos que tengan hepatitis C, sea cual sea su grado, podrá beneficiar a unos dos mil pacientes en los próximos seis meses, según las estimaciones de la Consellería de Sanidade. Hasta el momento se han tratado unos 4.200 pacientes con fibrosis hepática en los grados F2, F3 y F4, además de unos 400 que todavía estaban en los estadios F0 o F1, pero cumplían una serie de características que recogía el plan estratégico, como ir a recibir un trasplante renal, un trasplante hepático o enfermos que querían tener un hijo.

Una de las ventajas para poder tratar a todo el colectivo de enfermos de hepatitis C es que el coste de los tratamientos ha bajado. En algún momento, cuando llegaron los fármacos a España, alcanzaba los 60.000 euros por persona y ahora se sitúa entre los ocho y los 14.000, en función de las características del paciente.