El mapa del cáncer en Galicia

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Algunos concellos presentan mayor riesgo que otros, pese a excluir el factor edad

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El cáncer es una enfermedad asociada a la edad, lo que lleva a Galicia a ser una comunidad con mayor incidencia que otras más rejuvenecidas. Aún así, y matizando este factor, hay concellos con mayor o menor riesgo. El Sergas ha publicado unas extensas estadísticas sobre la mortalidad relacionada con esta serie de patologías, en las que se detallan esta ligera variación por municipios, así como las tendencias temporales y las posibilidades de morir en función de la edad.

La mortalidad en cáncer ha disminuido, pero no así el diagnóstico porque cada vez se detectan más, «la tendencia del diagnóstico sube, y la de la mortalidad baja», explica el jefe de oncología del CHUS, Rafael López. Hay excepciones, como el cáncer de páncreas, en donde las dos curvas siguen subiendo.

¿Pero qué posibilidades de morir tiene un individuo de cáncer? Más, cuanto mayor sea. Sanidade analiza las probabilidades acumuladas desde el nacimiento y hasta una edad determinada, pero lógicamente sin tener en cuenta el mayor riesgo que puede tener un individuo particular por factores genéticos o por otro tipo de causas (el tabaco, por ejemplo). En colon se recoge una posibilidad cero hasta los 20 años de edad. A partir de ahí son mayores en el caso de los hombres que de las mujeres analizando las muertes ocurridas. De 45 a 49 años la estadística recoge una defunción por cada 2.120 mujeres o por cada 1.515 hombres tras estudiar el período 2010-2012. A medida que avanza la edad, esta cifra se va reduciendo hasta los más de 85 años, con una muerte por cada 40 mujeres o 31 hombres.

En el caso del pulmón, otro de los cuatro tumores mayoritarios junto a colon, mama y próstata, también la mortalidad fue muy superior en el caso de los hombres, pero la tendencia demuestra cómo las mujeres lo sufren cada vez más. Mientras a edades avanzadas la mortalidad es mayor en hombres -de 70 a 74 años se recoge una defunción por cada 25 hombres y por cada 126 mujeres-, de 30 a 34 la situación se invierte, y ya es mayor la mortalidad en mujeres, con una por cada 9.377, frente a los 11.401 hombres.

Ninguno de los cánceres mayoritarios rompe la tendencia de que a mayor edad mayor mortalidad. En próstata solo se registra una defunción por cada 526.316 varones hasta los 39 años, pero a partir de ahí las probabilidades se elevan considerablemente. De 60 a 64 ya baja a una por 737, y con más de 85 años se da un fallecimiento por cada 28.

El cáncer de mama presenta una situación similar en las mujeres, aunque aquí sí hay casos a edades más tempranas. Por ejemplo de 15 a 19 años en el período 2010-2012 se registró una defunción por cada 327.869 mujeres. Entre 80 y 84 fueron una por cada 53.

Por territorio

En el caso de la distribución geográfica, el estudio divide el número de personas que murieron en un período de tiempo entre el número esperado si la población de ese municipio tuviera las mismas tasas que la población gallega. Y como en función de esos resultados algunos concellos podrían dar cifras poco precisas, el Sergas aplica un modelo para suavizar los resultados. Así, los concellos que se sitúan en tonalidades blancas en el mapa tienen un riesgo similar a la población gallega, los de colores azules menor riesgo, y los de color anaranjado «un exceso de risco». En el caso de colon, por ejemplo, Vilardevós tiene menor riesgo, y Oia y O Rosal más, pese a que apenas hay diferencias en toda la comunidad gallega. Si no se suavizasen los resultados, las poblaciones más envejecidas serían las que presentarían más riesgo, lógicamente.

Si se analiza la distribución de la mortalidad por cáncer de pulmón sí hay una mayor diferencia entre la incidencia aún suavizando los resultados. Así, los concellos de la zona oriental de Lugo y Ourense tienen una mortalidad inferior a la media gallega, mientras que en los concellos costeros de Pontevedra y A Coruña es mayor. A Pobra, Porto do Son, Ribeira y Ferrol presentan unas tasas especialmente altas. En otros cánceres con menor incidencia global en la población también se ve un menor riesgo en las partes orientales de las provincias de Lugo y Ourense.