Los responsables de la Unión Europea adoptaron un tono menos diplomático. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, estimó que retirarse del pacto sería inaceptable. «Soy partidario de la relación trasatlántica, pero si el presidente estadounidense anuncia en las próximas horas que quiere salir del Acuerdo de París, el deber de Europa será decirle: eso no está bien así».
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó a Trump a permanecer en el Acuerdo de París. «Por favor, no cambie el clima (político) para peor», tuiteó.
Largo procedimiento para salir
El tema dividió profundamente en la cumbre del G7 de la semana pasada en Italia. Todos sus participantes, con la excepción de Trump, reafirmaron su compromiso con el texto de París.
El artículo 28 del acuerdo, que permite a las partes firmantes salir del pacto, pero dado el procedimiento previsto la salida sería efectiva únicamente en 2020.
Otra solución, aún más radical, podría ser la salida de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
El objetivo de Estados Unidos, fijado por la administración de Obama, es una reducción de 26% a 28% de las emisiones de gases con efecto invernadero para 2025, en relación a 2005.
Obama incluso aludía regularmente a la «carrera contrarreloj» en la que la comunidad internacional se lanzó para intentar limitar los efectos más devastadores del cambio climático.