«En el mundo del vino hay algo de esnobismo y eso aleja a la gente»

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Estanis Nuñez.

Gutiérrez, crítico de «The Wine Advocate», cata 4.000 referencias anuales, entre ellas, de elixires gallegos

03 abr 2017 . Actualizado a las 21:21 h.

La autodescripción que hace en su Twitter es simple, pero refleja a la perfección su día a día: «I drink wine and I talk about it [bebo vino y hablo sobre ello]». Luis Gutiérrez cambió, hace más de veinte años, el traje y el maletín por la copa y el corcho. Como crítico de vinos, se ha convertido en uno de los más influyentes del mundo, puntuando caldos de España, Argentina, Chile y la región del Jura (Francia) para la revista especializada The Wine Advocate, del magnate de la enología Robert Parker. Prueba más de 4.000 vinos al año. «Solo intento que los que pagan por nuestra publicación, que son los que sufragan la universidad de mis hijos, tengan lo mejor». Gutiérrez acaba de recibir un premio por su trayectoria en el salón Fevino, en Ferrol.

-Tiene un trabajo que para muchos es su mayor aspiración.

-También era la mía hace años. No tenía nada que ver con el mundo del vino. Soy ingeniero y hasta hace cuatro  años trabajaba en una multinacional. Para mí esto era un hobbie, muy intenso, ya que escribía para webs especializadas e invertía mucho dinero, pero un hobbie al fin y al cabo.

-Y ahora es uno de los críticos más influyentes del mundo. ¿No le genera presión?

-Todos los trabajos tienen presión. Intento abstraerme y pensar en las personas que disfrutan y pagan por nuestra publicación. Pruebo 4.000 vinos al año y no todos están buenos. Mi obligación es guiar a la gente hacia los vinos que yo compraría. Tengo que ser honesto con ellos.

-El bum por la gastronomía es innegable. ¿Va de la mano la pasión por el vino?

-No veo igual el interés que hay por la gastronomía que el que genera el vino. Hoy en día las televisiones están llenas de programas de cocina y, sin embargo, los vinos apenas tienen presencia. Por esta razón creo que aún queda mucho mojigato que dice: ‘Esto es alcohol y no podemos fomentar su consumo en la tele’. Pero no, señores, esto es otra cosa. Parte de la experiencia gastronómica pasa por beber un buen vino. Es de esas cosas que hacen que la vida valga la pena.

-¿Puede tener relación también con el esnobismo que muchos creen que rodea a este mundo?

-Es cierto que en este terreno hay algo de esnobismo y es culpa de los que trabajamos en el sector. Es contraproducente y aleja a la gente. Hay que ver el vino como algo normal. Aunque es un mundo complejo, no es complicado. Puedes disfrutar de un vino solo sabiendo si te gusta o no. Hay gente que piensa: ‘No bebo vino porque no entiendo del tema’. Que digan esas cosas ha sido nuestra culpa porque lo hemos hecho mal. Las cifras de consumo en España no dejan de bajar.

-Hay a quien le ha sorprendido que el mejor Rías Baixas sea un tinto.

-Esa idea representa perfectamente el tipo de prejuicios que se tienen. El Finca Genoveva es un vino maravilloso, y con este reconocimiento se le muestra al público un mayor abanico de opciones locales. En Galicia no estáis todo el día comiendo marisco, y coméis bastante carne de cerdo y de ternera que se acompañan perfectamente de un tinto con buena acidez.

-¿Hay modas en torno al vino?

-Más que modas hay tendencias. Ahora se tiende a limitar los excesos de madurez, de madera y se está volviendo a los orígenes y a los vinos autóctonos, lo que les da una ventaja competitiva a los productores locales.