Los equipos de la Fundación Ortega las terapias contra el cáncer

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Atlas TV

El fundador de Inditex dona 320 millones para renovar la tecnología de diagnóstico

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Esta es una medicina que cura. No es humo, es real». Antonio Gómez Caamaño, jefe del servicio de radioterapia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), define con entusiasmo, desde su experiencia práctica, la revolución que supone para el tratamiento y el diagnóstico del cáncer en Galicia la incorporación de once aceleradores lineales de última generación y de 16 mamógrafos digitales con tomosíntesis. Aún no se han instalado todos los equipos, pero los que ya funcionan, tras la donación realizada hace dos años por la Fundación Amancio Ortega al Servicio Galego de Saúde (Sergas), han cambiado la vida de muchos pacientes oncológicos.

Galicia fue la primera beneficiada por la filantropía del cuarto hombre más rico del mundo, según la última lista Forbes, que aportó 17 millones de euros para la renovación tecnológica del tratamiento radioterápico del cáncer en los hospitales públicos. Este mismo programa, que el pasado año se extendió a Andalucía, se ampliará ahora a todas las comunidades, tras el principio de acuerdo alcanzado entre la Fundación Amancio Ortega con los departamentos de salud de los Gobiernos autonómicos. La iniciativa pasa a tener una dotación global de 320 millones de euros, que se destinarán a la adquisición de más de 290 equipos. 

Tratamientos mas eficaces

«Los equipamientos de última generación permite realizar diagnósticos más precisos y proporcionar a los pacientes tratamientos más eficaces, menos agresivos y de menor duración», explica la fundación en un comunicado. La experiencia gallega ha permitido constatar que esto es realmente así. Por ejemplo, los nuevos aceleradores lineales posibilitan focalizar la radiación y concentrarla de forma precisa en tumores cada vez más pequeños, lo que no solo implica tratar la enfermedad con mayor antelación y menores efectos secundarios, algo fundamental para mejorar la supervivencia, sino que también reduce a la mitad, o incluso más, el tiempo de tratamiento, lo que a su vez contribuye a que se puedan tratar a más pacientes y a reducir las listas de espera oncológicas.

«La precisión física del tratamiento es inmejorable. Es imposible no acertar, porque tú estás viendo el tumor en todo momento, antes y durante la terapia, por lo que sabes que la radiación va dirigida justo al sitio al que quieres llegar y no atacas a otros tejidos», explica Antonio Gómez.

De esta manera, el tratamiento de un cáncer de mama, que ahora dura entre 5 o 6 semanas, se puede realizar en tres con la misma eficacia y menor toxicidad. O el de próstata, para el que se aplican sesiones de radio durante 7 u 8 semanas, se puede efectuar en 3 o 4. E incluso existen estudios que indican que la terapia podría acortarse a cinco días.

Los avances que permite la mamografía digital con tomosíntesis, dirigida a la detección temprana de tumores de mama, tampoco son menores. «Mejora la tasa de detección y disminuye el número de falsos positivos», apunta Joaquín Mosquera, coordinador de la unidad de mama en el Hospital Abente y Lago de A Coruña. Pero aún hay más: «Si localizas tumores más pequeños significa que aún se encuentran en su estadio inicial, por lo que tienen un mejor pronóstico», dice. Y las mujeres reciben un 45 % menos de radiación en las pruebas.

Mama 

De 6 a 3 semanas. Es el tiempo en que se reduce la terapia en cáncer de mama.

Próstata 

De 8 a 4 semanas. Es el tiempo aproximado de reducción del tratamiento.

Cabeza

En 20 minutos. Sesiones de 2 o 3 horas se reducen a 15-20 minutos.

Los pacientes alaban la iniciativa y piden a otros empresarios que sigan el ejemplo

La Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma) aplaudió ayer la donación de 320 millones de euros de la fundación de Amancio Ortega para la adquisición de equipos oncológicos de última generación y pidió a otros empresarios que se sumen a esta iniciativa. Así lo aseguró Antonia Gimón, miembro de la junta directiva de Fecma, quien calificó la acción de la fundación del creador y máximo accionista del grupo Inditex de «magnífica», porque «el aparataje es muy caro y tenemos muchas necesidades». «Nos viene muy bien, es una noticia que me emociona y me sorprende y ojalá otros grandes empresarios le sigan, es un ejemplo a seguir que todavía es más de agradecer en estos tiempos de crisis», señaló.

Destacó que los mamógrafos de nueva generación «hacen una labor estupenda» y «son una garantía» para el diagnóstico.

Sesiones de 15 o 20 minutos para la metástasis cerebral

La tomografía digital que incluye la tomosíntesis permite hacer una reconstrucción de la mama en tres dimensiones, lo que aporta una mayor precisión y posibilita, por ejemplo, la detección de los tumores infiltrantes, que son los que inician su diseminación desde el foco original en el que se diseminan. «Con esta tecnología vas viendo las mamas por planos y evitas la superposición de tejidos, lo que ayuda mucho para mejorar el diagnóstico en las más difíciles de evaluar», explica Joaquín Mosquera, que también es el coordinador del programa de cribado de cáncer de mama en el área de A Coruña. Este equipo todavía no se ha incorporado de forma oficial al screening, pero se espera que pueda hacerlo en breve.

En el caso de los aceleradores de última generación, otra de las ventajas que aportan es la realización de la radioterapia adaptativa, lo que significa que se puede adaptar el tratamiento en función de la evolución del tumor. Esto es muy importante, ya que hasta ahora se obtenía una imagen fija la radiación se mantenía igual durante toda la terapia.

Estos equipos también permiten diseñar técnicas muy avanzadas de radioterapia. Se puede desarrollar, por ejemplo, la radiocirugía, que consiste en aplicar la radiación en una única sesión de 10-15 o 20 minutos en casos de metástasis cerebral, cuando ahora se necesitan sesiones agresivas de dos o tres horas.