Galicia se sumó a la iniciativa mundial con el apagado de sus principales monumentos
26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Empezó como un gesto simbólico en Sídney (Australia) hace diez años y ahora se ha convertido en un movimiento que ha dejado a oscuras a medio planeta para concienciar a la población mundial de la necesidad de ahorrar energía para frenar el cambio climático. La Hora del Planeta, convocada por la organización WWF, ha batido este año un nuevo récord, con la participación de más de 7.000 ciudades de todo el mundo de un total de 180 países, más de las previstas inicialmente. Los cálculos iniciales también se han superado en España, con la participación de más de 400 localidades, 200 entidades sociales y 150 empresas.
Las luces se apagaron en monumentos tan emblemáticos como la torre Eiffel, la Acrópolis de Atenas, la Mezquita Azul de Estambul, la Alhambra de Granada, la Ópera de Sídney, el edificio del Kremlin, las pirámides de Egipto o edificios tan reconocibles como el Empire State Bulding de Nueva York, las Torres Petronas de Kuala Lumpur o la línea de rascacielos de Hong Kong y Shanghái.
Al movimiento mundial en defensa del planeta también se unió Galicia de forma muy activa. De las 16 localidades que participaron se quedaron a oscuras símbolos como la torre de Hércules o la plaza de María Pita, en A Coruña; la muralla de Lugo; la plaza del Obradoiro y las catedrales de Santiago y Tui.
«Lo que fue un movimiento simbólico es ahora un movimiento mundial. Es realmente humilde y dice mucho sobre el poderoso papel que juegan las personas en los temas que afectan a sus vidas», dijo ayer Siddhart Das, responsable de la iniciativa en relación con que la población mundial ya empieza a ser consciente de los efectos del cambio climático y de la necesidad de frenarlo. En esta línea abundó Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. «Diez años después de que La Hora del Planeta pusiera el foco en el cambio climático, sus efectos son hoy claramente visibles», dijo.