«La gente es transfóbica porque no tiene la información necesaria»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

Transexuales de diferentes edades contaron su experiencia en Santiago

18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Guai». Laura Bugalho define en solo una palabra, pero qué palabra, su transición. A los 52 años, su experiencia como persona transexual es parecida y a la vez diferente de la de Pablo San José, que a su lado recuerda cómo con la educación secundaria llegó el instituto, y con él el acoso. Mira a Laura y se lanza: «Escuchando su experiencia o la de Kim me asombro bastante, porque no se parece a lo que yo he vivido, aunque sea el mismo tránsito, la misma situación».

Pero lo es. Todas las transiciones «son complicadas», explica Laura, que vuelve la vista hacia Pablo y hacia Hugo Pérez, de 21 años: «Para min que teño 52 é a representación dunha utopía que estes dous rapaces estean aquí con toda esta forza e enerxía. É o máis lindo que me puido pasar».

Porque ella vivió su tránsito en otro tiempo. En el que muchos transexuales optaban por el exilio buscando anonimato, empezar de cero. Ser la persona que querían ser y no la que la sociedad le había impuesto. «A xente buscaba anonimato e ao mellor o que atopou foi maior marxinalidade» porque en las grandes ciudades también se ejercía la violencia. A veces mucho más.

El prejuicio permanece. «Nós non somos as persoas enfermas, en todo caso hai unha sociedade enferma, cunha patoloxía que é a transfobia». Y lo que hay hoy, sobre todo, es mucha desinformación. «Creo que son tan transfóbicos por la desinformación, no porque realmente digan no puedes ser transexual porque eso está muy mal. Es porque no tienen la información necesaria y piensan lo mismo que hace 50 años» y relacionan la transexualidad con la prostitución y la marginalidad. Y nada más lejos de la realidad. «Somos personas completamente normales, que parece ilógico que lo esté diciendo pero hay muchas personas que no lo creen», tercia Hugo. Laura y Pablo asienten. ¿Qué queda por hacer? «Visibilizar, formar e informar». Y, curiosamente, el autobús de Hazte Oír les ha hecho un gran favor, «a mellor campaña que se fixo nunca», dice Laurea entre risas. «Es una campaña muy transfóbica que nos ha hecho daño pero en parte nos ha ayudado a visibilizarnos mucho mas y a que todos los partidos se unan contra la transfobia».