Erwin Neher: «Un Nobel no es un genio, pero sí debe ver las cosas de manera diferente»

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Marina Chiavegatto

El Nobel de Medicina, que ayer ofreció una charla en A Coruña, afirma que el alzhéimer se curará, pero «es imposible saber cuándo»

24 feb 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

«Es un señor normal, con el que se puede hablar y discutir». Esta es la definición que ayer hizo en A Coruña Enric Banda, miembro fundador de CorBI Foundation, del Premio Nobel de Medicina Erwin Neher. Y no se equivoca. Sencillo, de trato afable y cercano, el biofísico alemán fue el primero en demostrar, junto a su colega Bert Sakmann, que los canales iónicos actúan como una especie de poros que permiten a las membranas celulares abrirse y cerrarse para proporcionar pulsos de corriente eléctrica. Su hallazgo, y la herramienta que desarrolló para visualizar el proceso, han revolucionado la biología moderna y posibilitado el desarrollo de nuevos fármacos que tienen precisamente su diana en este tipo de proteínas. Neher habló sobre su investigación en las CorBI Neuroscience Lectures, que también propiciaron un intercambio de impresiones con neurocientíficos gallegos.

-¿Qué aplicaciones médicas y farmacológicas se han derivado de su hallazgo?

-Ha permitido el desarrollo de la Memantina, el segundo fármaco más recetado para el alzhéimer, ya que ralentiza sus efectos. Para la diabetes tipo 2 se ha diseñado un compuesto que lo que hace es regular el nivel de insulina y ahora mismo se está usando para tratar la diabetes neonatal. Otra área que es muy popular para la investigación es la relacionada con el dolor, que también está mediado por la actividad de varios canales iónicos, y de lo que se trata es de encontrar bloqueadores específicos. Hay medicamentos que ya se utilizan, pero son inyectables y buscamos que sean más fáciles de administrar. Otro ejemplo es la fibrosis quística, cuya causa es la disfunción de un canal de iones específico. Hay una sustancia, que está probada como medicamento, Kalydeco, que hace que los pacientes de fibrosis quística se sientan mejor.

-También lo intentan para el alzhéimer. ¿Por qué es tan difícil hallar una terapia efectiva?

-Porque nuestro cerebro es enormemente complejo, es el órgano más complicado que tenemos. Quizás también la investigación haya ido por caminos equivocados, porque se centró en la acumulación de placas beta amiloide, que se pensaba que era lo fundamental, la causa. Entonces el trabajo se centró en cómo disolver estas placas. Pero ahora algunas personas siguen la idea de que estas placas no son en realidad la causa de la patología, sino una consecuencia de la misma.

-¿Queda entonces mucho para encontrar un remedio?

-Un descubrimiento significa que no sabes cuándo vas a encontrar lo que buscas, cuál es la pista correcta. Puede ser pronto o muy tarde, en una década o en cincuenta años.

-¿Pero lo habrá algún día?

-Sí, Estoy absolutamente seguro de que la encontraremos. ¿Cuándo? No lo sé, es muy difícil decirlo.

-¿Por qué se mueren las neuronas?

-Todas las células se mueren. Las neuronas incluso son especiales porque viven mucho más tiempo que las demás. El problema es que, una vez que se mueren, hay muy poca regeneración. Ramón y Cajal dijo que, una vez perdidas, son irrecuperables. Pero no estaba totalmente en lo cierto. Ahora sabemos que hay regiones en el cerebro que tienen lo que se puede llamar células madre neuronales, por lo que la regeneración puede ocurrir. También hay lugares donde este proceso pasa siempre. Las neuronas responsables del olfato, por ejemplo, están todo el tiempo recuperándose.

-Usted dijo alguna vez que la gente está equivocada, que los premios Nobel no son genios. ¿Qué hace falta entonces para poder conseguirlo?

-No, no hace falta ser un genio, pero sí tienes que tener habilidades especiales para ver cosas de una manera diferente, para establecer conexiones entre diferentes fenómenos que están ocurriendo en el experimento que estás haciendo y que otras personas no las ven.

-¿Y la creatividad?

-También es necesaria, porque te permite ver las cosas de una manera diferente. Un Nobel puede no ser un buen comunicador o un buen profesor, pero debe tener la habilidad de ver cosas muy pequeñas, en las que otros no se fijan.

«Alemania se aprovecha del talento español»

Durante la crisis, España recortó un 40 % los fondos para I+D, mientras que Alemania mantuvo un incremento sostenido de un 3,3 %. Neher también alertó sobre esta situación para la ciencia española.

-¿Cómo han dejado los recortes a la ciencia española?

-Le ha hecho mucho daño. Desde 1990 al 2007 España experimentó un progreso enorme en investigación. Pero desde entonces mis colegas han tenido muchos problemas para seguir haciendo sus trabajos. En comparación con Alemania, por ejemplo, los científicos españoles están en bastante desventaja. Muchos de ellos se han visto forzados a irse. La investigación básica ha sufrido mucho en España.

-Muchos han tenido que irse a su país, Alemania. ¿Cómo se les considera?

-Alemania intenta atraer el talento, como lo hacen muchos países, aunque el más exitoso hasta ahora sea Estados Unidos. Lo que hacemos con los investigadores españoles es darles la bienvenida, porque Alemania se aprovecha de su talento. Los países son ricos porque invierten en ciencia y tecnología, no al revés.

-En España la filantropía en ciencia también es simbólica. ¿Qué le diría a las grandes fortunas españolas para que se decidan a invertir en investigación?

-Les indicaría lo que hacen entidades como la Fundación Bill Gates o Howard Hughes, que son un buen ejemplo. Varias de estas fundaciones promovidas por millonarios norteamericanos lo que hacen es trabajar en red para que un tanto por ciento de sus ganancias anuales se donen para investigación. Es el camino a seguir.

-Los científicos norteamericanos están preparando una gran marcha contra Donald Trump. Algunos lo consideran una amenaza para la ciencia. ¿Y usted?

-Sí lo parece, porque nombró a un enemigo del medio ambiente como jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Y Trump niega que haya un cambio climático, lo que es algo tremendo para la Tierra en general. También hizo muchas otras cosas que indican que no valora la ciencia. Pero dudo que una gran manifestación de investigadores contra Trump vaya a hacerle cambiar de actitud, más bien al contrario.