Lo mejor del vino gallego, Eduardo Camiña y Caíño Finca Genoveva

E. Á. SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Xoán A. Soler

Fueron reconocidos como mejor sumiller y mejor caldo en los Premios Mágnum

21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Premios Mágnum, que entrega el Instituto Galego do Viño, han reconocido el trabajo del periodista gastronómico Cristino Álvarez al impulsar los caldos gallegos con el premio honorífico 2017 Vinolvidable. La Cidade da Cultura fue el escenario de esta gala que cumple ya siete años y que en esta edición incorporó un nuevo galardón a la mejor iniciativa de enoturismo, que recayó en Casal de Armán, «pola súa proposta turística de calidade, que mellora ano a ano».

El mejor caldo del año ha sido según los miembros del jurado Caíño Finca Genoveva 2014, de Forjas del Salnés y de la Denominación de Origen Rías Baixas, por convertirse en un clásico de referencia «cheo de frescura e de lonxevidade». En cuanto al mejor sumiller, el Mágnum recayó en Eduardo Camiña, un joven de quien los expertos destacaron «que poucas persoas ateusoran tanta xuventude e tanto talento», y que ganó en el 2015 el concurso gallego de sumilleres.

Otra de las categorías reconoce a la mejor bodega, entendida como colección de vinos, que en esta edición fue para Adegas Guímaro, una bodega con historia que durante muchos años ha sido un referente mundial. Finca Lobeiras 2014, de Sílice Viticultores, fue nombrado como el mejor vino revelación gallego, un proyecto de finca «dunha das adegas que están dando máis que falar na zona», explicó el jurado en relación a este caldo de la Ribeira Sacra. Finalmente, la ultima categoría, a la mejor labor de difusión del vino gallego, fue a parar a A emoción dos viños!, una feria para dar a conocer los caldos de Galicia. Todos los galardonados recibieron una escultura realizada por Alejandra Sampedro, que consiste en una revisión de la botella mágnum que incorpora restos que arrastra el mar en torno al faro Silleiro y que otorgan exclusividad a cada pieza.

El jurado está compuesto por sumilleres, profesores y alumnos del Instituto Galego do Viño, entre los que figuran Ferrán Centelles, Miguelanxo Besada, Mario Barrio, Luis Díaz o Xoán Cannas, director del Instituto, entre otros. El objetivo es fomentar la excelencia en el sector vitivinícola y afianzar la imagen de Galicia como referente mundial de sus caldos y de profesionales del máximo prestigio.