«Recibimos amenazas de muerte por denunciar la violencia machista»

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La mitad de las participantes del estudio reconoce haber sufrido acoso y abusos dentro de las facultades

12 ene 2017 . Actualizado a las 13:38 h.

«Si en una discoteca o en el trabajo hay violencia machista, por qué no lo va a haber en una institución como la Universidad?». Partiendo de esta premisa, la investigadora de la Universidad de Gerona Patricia Melgar, coautora del estudio Violencia de género en las universidades españolas, junto a colegas de otras instituciones académicas del país, realizó una investigación en diferentes facultades -ninguna gallega- para saber en qué grado, las estudiantes sufrían este tipo de violencia. Los resultados son abrumadores: la mitad de las universitarias (49 %) conocía o había sufrido más de un tipo de violencia en el contexto universitario.

-Empezaron la investigación porque en España no había datos sobre la violencia de género en las universidades. ¿Qué tiene de particular este contexto?

-En los años setenta se realizaron numerosos estudios en Estados Unidos y en algunos países europeos que abordaban este tema. Sin embargo, descubrimos que en España no había datos al respecto, pero que cada vez que sacábamos el tema en un despacho todos conocían algún caso de una universitaria que había sufrido violencia machista, pero nadie denunciaba ni hacía nada al respecto, hay mucha más complicidad con el agresor en este terreno que en los demás.

-¿Por qué se produce esta situación?

-En esta institución se sabe que este tipo de violencia ha existido siempre, generado por el alumnado, pero también por el profesorado. Y aquí llega el problema: si alguien tiene poder se suele fomentar su impunidad. Mucha gente del ámbito universitario mira para otro lado porque les interesa silenciar estas agresiones verbales o físicas. Incluso se ha llegado a cuestionar a la alumna.

-Por lo que comenta, a ustedes también se les ha puesto en duda desde que han publicado las conclusiones del estudio.

-Así es. Llevamos diez años trabajando en el Instituto de la Mujer y nunca nos había pasado nada. Pero ha sido publicar la investigación y hemos empezado a recibir todo tipo de calumnias, incluso amenazas de muerte a través de las redes sociales. Eso sí, de manera anónima, claro. Si es que hemos tenido que llegar a escuchar que las investigadoras utilizamos la vía vaginal para captar estudiantes para el estudio.

-Una vez han obtenido los resultados, ¿les ha llamado la atención que la mitad de las universitarias reconozcan que han sufrido violencia machista?

-Más que la cifra, nos ha llamado la atención que afirmen haber sufrido más de un tipo de violencia. Igual que nos ha sorprendido que un porcentaje elevado de las víctimas no lleve ni dos años en la facultad.

-Tras las conclusiones del estudio, ¿se puede hablar de un perfil de víctima en el contexto universitario?

-Es complicado de establecer, ya que el cuestionario no nos permitía ahondar tanto, pero con estos datos se puede ayudar a eliminar el estigma de que las víctimas son mujeres de más de cincuenta años, con relaciones estables, que están metidas en casa. La violencia machista no tiene nada que ver con eso.

-¿Qué tiene que hacer una universitaria que esté sufriendo algún tipo de violencia machista?

-Desde hace algunos años en todas las universidades tiene que existir un protocolo que les indique a las víctimas la manera de proceder. Pero una cosa es que la ley obligue a las instituciones a redactar unas normas y otra que las universidades las tengas redactadas y, aun siendo así, que las cumplan.