Los Torres se mojan por el marisco gallego

SOCIEDAD

Carmela Queijeiro

Los gemelos cocineros, muy populares por su programa de televisión, hicieron sus pinitos con el rastro en busca del cotizado berberecho de la ría de Noia

16 dic 2016 . Actualizado a las 22:27 h.

Todavía estaba amaneciendo y centenares de mariscadores faenaban a pie y a flote en el banco natural de Testal, en el municipio coruñés de Noia. A esa hora, el sonido que predominaba en el ambiente era el toqueteo del rastro contra las embarcaciones y algunas conversaciones entre las mujeres que doblaban el espinazo para extraer el cotizado bivalvo de la ría noiesa. Y entonces llegaron ellos y revolucionaron al personal: «¡Guapos! ¡Vinde para aquí!», fue lo primero que se escuchó cuando Sergio y Javier, los hermanos Torres, hicieron su aparición en el arenal. Los populares cocineros se acercaron al campo de trabajo de los productores noieses para mojarse, literal y figuradamente, por el marisco de Noia.

«Vaya ambientazo hay aquí», exclamó uno de los hermanos al ver la cantidad de profesionales que escarbaban en la arena para extraer almeja y berberecho, una actividad que en la comarca de Muros y Noia da sustento a unas 1.500 familias. Acto seguido, se pusieron manos a la obra. Rastro en mano, iniciaron la faena siguiendo las instrucciones de una experimentada mariscadora que, cuando los Torres habían pasado de largo, fue muy diplomática a la hora de explicar qué tal se les daba lo de extraer bivalvo: «Bueno, son cociñeiros, ¿non? Cada un no seu, dáselles mellor cociñar as ameixas que collelas, ¡coma a calquera!».

«Es duro»

Ellos lo siguieron intentando mientras les explicaban cómo escogen el marisco, cuál tendría que quedar en la playa hasta la próxima campaña y los cupos asignados a cada trabajador. Tras un rato con el nivel del agua por la pantorrilla, los televisivos cocineros admitían que el trabajo «es duro» y que conocer el proceso que sigue el marisco hasta llegar al plato ayuda a valorarlo: «Nosotros somos cocineros, pero detrás hay un producto y unos productores a los que hay que dar la importancia que tienen, sin ellos no somos nada», señalaba Javier, a lo que Sergio añadía: «Conocíamos el berberecho de Noia, pero no de dónde viene, y el que lo coge, el que lo mima, es quien más puede enseñar sobre el producto».

Denominación de origen

Mostraron su sorpresa al saber que el 80 % de la producción del molusco de mayor calibre, el que ellos utilizan en su restaurante, procede de los bancos naturales noieses, y abogaron por algo que también reclama el sector: una denominación de origen: «Es un producto de excelencia, único, y es importante que se sepa que es de aquí».

Los gemelos se emplearon a fondo para conocer todos los secretos del bivalvo noiés, desde las condiciones que hacen de la de Noia una ría tan fértil hasta las tareas que se realizan para mantener a raya a los depredadores que amenazan el marisco. Luego recorrieron una a una las máquinas que hay en la lonja de Testal para seguir el proceso del pesaje y clasificación del bivalvo.

Todo esto sin dejar de atender a todos los que se acercaron para saludarlos y hacerse una foto: «A miña filla sempre vos ve, non perde ningún programa».

La visita de los hermanos Torres a Noia se enmarca en las primeras Xornadas de Exaltación do Berberecho, así que, después de asistir a la subasta del bivalvo extraído por la mañana, les tocó mostrar su buen hacer en los fogones con una clase magistral con el molusco como protagonista. Ahí defendieron que lo mejor a la hora de prepararlo es la sencillez: «Es difícil encontrar un producto tan bueno, tan noble, y cuando lo tienes es mejor no estropearlo, no necesita demasiados aderezos, lo mejor es hacerlo muy natural».

Estas jornadas sobre el berberecho están organizadas por el Grupo de Acción Local Pesqueiro de la ría de Muros-Noia, el Concello y la cofradía.