El Laboratorio de Consumo rastrea la presencia de ftalatos en los juguetes

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

La concentración de este aditivo en plásticos puede producir problemas reproductivos

10 dic 2016 . Actualizado a las 10:04 h.

Garantizar que todos los juguetes que llegan a manos de los niños son seguros ha sido el objetivo de Laboratorio de Consumo de Galicia desde que se creó hace 22 años. Desde entonces, ha emitido centenares de alertas sobre artículos potencialmente peligrosos, principalmente porque se incendiaban o porque se desprendían pequeñas piezas que los menores podían introducir en su boca con el consiguiente riesgo de asfixia.

La evolución técnica y científica del sector en los últimos años también ha obligado a este centro autonómico a especializarse, y su última línea de actuación se centra en descubrir la presencia de ftalatos en los juguetes. «Se trata de un tipo de aditivo que se añade al plástico para que se vuelva más blandito -también está presente en camisetas y artículos de puericultura-, y que, si se presenta en concentraciones por encima de lo marcado, puede resultar tóxico y provocar problemas de reproducción a largo plazo», resume Natalia Crespo, directora del Laboratorio de Consumo, que apunta que este año se han detectado 14 artículos en toda Europa que superaban los límites permitidos, dos de ellos registrados en los controles gallegos. «Puede parecer un porcentaje pequeño, pero teniendo en cuenta que este año aquí llevamos unas 25 alertas, ya es bastante significativo», resalta Crespo.

MARCOS MÍGUEZ

La técnica para descubrir la presencia de ftalatos -cuya concentración no puede ser superior al 0,1 % en masa del material plastificado- comienza raspando un trozo del muñeco y diluyéndolo en una serie de productos químicos que, tras ser analizados en una máquina, ofrecen los datos de todos los componentes del plástico y en qué porcentaje están presentes. «Si los resultados están por encima de lo permitido, se emite una alerta, además de avisar al comerciante donde se compró el juguete para que retire las unidades y que avise a los proveedores. También se alerta al resto de comunidades y, si se vende fuera de España, se emite una alerta europea», explica Crespo, que también destaca que en este sector se suele legislar con bastante rapidez, porque siempre prevalece la seguridad del menor.

El distribuidor de la muñeca Cayla dice que cumple la normativa

Desde Nomaco Spain, distribuidor de la muñeca Cayla (unos de los juguetes espía denunciadas por asociaciones de consumidores en Estados Unidos y Europa), afirman que este artículo «cuenta con los pertinentes certificados y test que exigen las distintas normativas». En relación a su software, destacan que no almacena información, que en la aplicación no pueden aparecer links de otras webs y que cuenta con un filtro para palabras inadecuadas. A pesar de ello, admite que «los avances tecnológicos van a una velocidad desmesurada y que tanto los distintos software como las distintas tecnologías quedan obsoletas rápidamente y cada vez son más fáciles de hackear o piratear».