«Nunca hicimos tantos trasplantes en tan poco tiempo», dice, e insiste en que «nada de esto sería posible sin la colaboración absoluta de todos, de los médicos de rayos, anestesia, laboratorio, unidades de críticos, plantas de hospitalización, enfermería... con que algún elemento no funcione, no podríamos hacerlo». Pero, por encima de todo, insiste en la importancia de «no olvidar que esto solo sucede porque hay familias solidarias, como la del niño de 19 años que de repente se muere y tiene el arrojo y las fuerzas para decir ‘vamos a ayudar a otras personas’. De esto nos beneficiamos toda la sociedad».