«Creo que fun un bebé roubado»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS CREO

Una ribeirense busca a su familia biológica. Nació en el 79 y cree que llegó a Ribeira procedente de A Coruña

15 nov 2016 . Actualizado a las 16:34 h.

«Teño serias sospeitas de que fun un bebé roubado». Así de breve y de incierto es el resumen que hace María Jesús Pérez de su vida cuando se le pregunta por su historia. Está buscando a su familia biológica y el punto del que parte es la nada, ni siquiera está segura de dónde la trajeron ni cómo llegó al municipio coruñés de Ribeira. Solo sabe que quiere encontrar sus orígenes y está poniendo todo de su parte para lograrlo.

Para empezar, ha contactado a través de las redes sociales con todos los grupos de SOS Bebés Robados que ha encontrado a lo largo de la geografía nacional, «porque nunca se sabe». Sin embargo, si se atiene a los pocos datos que, según cuenta, ha logrado reunir de su familia adoptiva, es posible que sus orígenes estén cerca: «A min trouxéronme a Ribeira supostamente desde unha casa da Coruña, pero non o sei moi ben, os meus pais nunca me deron información». De hecho, hasta el 2009 ni siquiera sabía que era adoptada, aunque asegura que esa idea siempre le rondó por la cabeza: «Eu tiña sospeitas, porque me notaba estraña... Vía a miñas primas coa súa nai e non era a mesma relación que eu tiña coa miña».

En el 2009, su padre cayó gravemente enfermo y, antes de morir, le dijo a María Jesús que tenía que hablar con su madre, que ella debía explicarle muchas cosas. No lo hizo hasta que su padre falleció, y entonces se encontró con el silencio como respuesta. Descubrió que era adoptada, pero nada más: «A miña familia non me dá ningún dato»

Denuncia en el 2013

Apunta que, evidentemente, el hecho de que alguien haya sido criado por unas personas que no son sus padres biológicos no indica que esa persona sea un bebé robado, pero esta ribeirense insiste en que hay algo turbio en su historia: «Se a miña fora unha adopción normal, non habería tanto segredo. Falando coa familia e cos veciños, ninguén me quere dicir nada. Souben que un cura fixo de intermediario e hai papeis falsificados, incluso dun médico que se supón que atendeu a miña nai no parto, cando ela nunca deu a luz».

Con esta información, María Jesús Pérez puso una denuncia en el 2013, «pero sen avogado nin nada, e non tiña probas», así que su caso se archivó. Le gustaría volver a intentarlo con la ayuda de alguna de la asociaciones de bebés robados que se han puesto en marcha en toda España, pero de momento no tiene recursos económicos para iniciar una batalla legal. Así que busca en los grupos creados en las redes sociales alguna coincidencia, aunque reconoce que es difícil: «Non sei de onde veño, nin en que día nacín... Cando non tes ningún dato, ningunha información, é moi difícil ir descubrindo cousas».

La pregunta sobre qué tiene que decir su madre ante esto es obligada y, según su hija, la respuesta que da cuando se dirige a ella en busca de respuestas no le sirve: «Miña nai di que non sabe nada, que foron súa nai e meu pai os que se encargaron das xestións para a adopción. Pero eles xa morreron e non lles podo preguntar». Y asegura que con el resto de sus allegados tampoco puede contar para que la ayuden a encontrar sus orígenes: «Desde que empecei a preguntar e a buscar no 2013 o resto da familia retiroume a fala, cando eu o único que quero é saber».

Insiste en que lo único que desea es conocer quiénes son sus padres, y para ello se hizo las pruebas de ADN hace unos meses, «pero aínda non houbo ningunha coincidencia». Mientras tanto, lo sigue intentando a través de las asociaciones activas en Internet, en las que las personas que creen ser bebés robados o las que denuncian que les quitaron a sus hijos diciéndoles que estaban muertos cuentan su caso con la esperanza de encontrar alguna coincidencia.