El ADN del feto permitirá saber si un bebé tendrá diabetes en la edad adulta

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Antonio Lacerda

Un gallego halla las variaciones genéticas que explican las diferencias de peso al nacer

01 may 2019 . Actualizado a las 19:08 h.

El análisis del ADN de un feto permitirá a medio plazo y con un algo grado de fiabilidad determinar si el futuro recién nacido padecerá obesidad o algún tipo de enfermedad del corazón en su edad adulta. Lo que ahora suena a poco menos que ciencia ficción empezará a ser posible gracias al trabajo realizado por un equipo internacional que ha analizado las diferencias genéticas existentes en el genoma de casi 145.000 personas de todo el mundo en un trabajo que publica Nature. ¿Qué es lo que han encontrado? Que pequeñas diferencias genéticas tienen un peso mucho más importante de lo que se creía en el peso del bebé al nacer y que, a su vez, estas variaciones en el ADN están directamente relacionadas con el riesgo de sufrir en el futuro patologías metabólicas y coronarias.

Los médicos ya saben por propia experiencia que si un recién nacido pesa cinco o seis kilos es muy probable que la madre haya tenido durante el embarazo una diabetes gestacional que luego acabará pasando a su hijo, o que los bebés con poco peso también están expuestos a un mayor riesgo en su vida adulta. Son casos extremos, por lo que los científicos limitaron su estudio a criaturas de entre 2,5 y 4 kilos. Y en estas franjas fue en las que se vio que la influencia genética es determinante a la hora de tener un mayor o menor peso, incluso más que factores ambientales como la dieta de la madre, si esta es obesa o no o si fuma.

«El componente genético es muy importante, mucho más de lo que se pensaba, incluso hasta siete veces más que el propiamente ambiental», explica Juan Fernández Tajes (Muros, 1976), investigador del Welcome Trust Center for Human Genetics de la Universidad de Oxford y uno de los autores principales del trabajo. En el estudio se identificaron cerca de 60 regiones del genoma que estaban claramente relacionadas con las diferencias de peso al nacer. Y estas mismas regiones están implicadas en la diabetes y patologías del corazón. «Los genes que predisponen al feto a un peso mayor también son los que determinan un mayor riesgo de diabetes o enfermedades coronarias», constata Fernández Tajes.

El trabajo tiene varias implicaciones prácticas. La primera pasa por la atención prenatal. «A lo mejor ahora no habrá que preocuparse tanto, por ejemplo, de si la madre está muy gorda y centrarse más en el feto», advierte el investigador gallego. Mark McCarthy, también de la Universidad de Oxford, insiste igualmente en este aspecto. «Las mejoras en la atención prenatal -dice- ayudarán a reducir la carga de diabetes y enfermedades del corazón futuras».

La segunda consecuencia se refiere a la implantación de análisis de ADN del feto para conocer si el bebé padecerá estas enfermedades en el futuro, con lo que ya desde sus primeros años podría empezar a incidir en la prevención mediante la introducción de estilos de vida saludables. Pero puede que haya muchos que no quieran saber qué es lo que les deparará el destino, y menos que esta información sea accesible.

Un trabajo descomunal en el que participaron más de 160 científicos

El estudio en el que el gallego Juan Fernández Tajes es uno de los principales autores parte de una alianza internacional que engloba a seis instituciones científicas de primer nivel, como son las universidades de Oxford, Cambridge, Exeter, Bristol y Queensland, así como el Centro Médico Erasmus de Róterdam. En el trabajo participaron más de 160 investigadores internacionales de 17 países, que forman parte del consorcio Early Growth Genetics (EGG). «Una institución como Oxford, por muy prestigiosa que sea, no podría hacer por sí sola un trabajo semejante», explica Fernández Tajes, que avanza que para una nueva fase del trabajo espera incorporar muestras de Galicia. El estudio fue financiado por más de 120 instituciones, entre ellas la Unión Europea.