«Experimentamos con animales y no tenemos nada que ocultar»

Raúl Romar García
R. ROMAR REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Adam Gault

Científicos españoles impulsan la transparencia ante los críticos de esta práctica

21 sep 2016 . Actualizado a las 07:38 h.

La humanidad aún no es consciente de lo que le debe a cuatro simples ratones. Fueron, cierto, algunas de las primeras víctimas de la ciencia, pero sin ellos ni sin los otros cuatro que sobrevivieron gracias a la administración de penicilina en un experimento realizado en 1940 por Howard Florey y Ernst Chain no existirían los antibióticos. Y sin la experimentación en animales, según los científicos, tampoco estarían a disposición de los pacientes la inmensa mayoría de los medicamentos que se utilizan hoy en día. Pero ocurre que a los investigadores les da pudor hablar de sus ensayos con ratones, gatos, cerdos, conejos o primates, que utilizan como modelos para la comprensión de las enfermedades o para probar nuevos fármacos, cuando no los ocultan directamente porque temen herir sensibilidades o incluso ser objeto de represalias.

Es un cierto sentimiento de culpa y miedo del que ahora han decidido desembarazarse para salir del armario y mostrar orgullosos su trabajo a la sociedad. Esta es la filosofía del acuerdo para la transparencia en experimentación animal presentado ayer en la Residencia de Estudiantes del CSIC y que ya han suscrito más de 90 centros de investigación y empresas. 

Orgullosos

«No tenemos nada que ocultar, todo lo contrario. Estamos orgullosos de investigar con modelos animales y de contribuir con ello al bienestar de la humanidad», resalta Joan Lerma, coordinador de la Confederación de Sociedades Científicas de España, promotora de la iniciativa.

El acuerdo se sustenta en cuatro compromisos: hablar con claridad sobre cuándo, cómo y por qué se usan animales en investigación; proporcionar información adecuada a los medios y a la sociedad sobre las condiciones en las que se realiza la investigación y los resultados que de ella se obtienen; promover iniciativas que generen mayor información sobre el tema e informar anualmente sobre el progreso de estas acciones. Es la respuesta de los científicos a la creciente oposición a la experimentación animal, que culminó el pasado año con la recogida de más de un millón de firmas presentadas a la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario desechó la propuesta porque actualmente no existe alternativa, pero se comprometió a avanzar en su búsqueda. «Decir que a día de hoy se puede prohibir la investigación en animales porque existen otras alternativas es completamente falso», explica Enma Martínez, representante de la Asociación Europea para la Investigación con Animales.

Los opositores alegan que no se puede someter a los animales a un sufrimiento injustificado, también desde el punto de vista moral. Joan Lerma, sin embargo, considera que se debería invertir la carga de la prueba. «¿Cómo se puede parar -se pregunta- un sistema que ayuda al bienestar de la humanidad y que cura a niños y adultos?». Lluis Montoliu, otro de los promotores del acuerdo, precisa que «usamos estos animales de forma extraordinariamente regulada y por motivo muy concretos, tras superar comités, filtros y aprobaciones, y estamos muy orgullosos de los resultados y avances que conseguimos gracias a ellos».

Dos equipos enfrentados en Santiago

Después de los debates sobre transgénicos y el huso horario, las Regueifas de Ciencia vuelven hoy a la Universidade de Santiago para tratar sobre el uso de animales en experimentación científica. Será a las 20.00 horas en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. El equipo a favor de estos ensayos es el formado por el filósofo Fernando Savater y por Enma Martínez, de la Asociación Europea para la Investigación Animal. Los detractores serán el filósofo y profesor de la USC Óscar Horta y el abogado Eze Páez.