Una exhaustiva guía recoge más de 800 especies de setas en Cortegada

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

En la isla, paraíso de la micología en Europa, hay incluso variedades en extinción

06 sep 2016 . Actualizado a las 10:28 h.

Pese a tratarse de una isla mínima, en Cortegada todo crece a lo grande. Las 54 hectáreas de tierra rodeadas de mar en la ría de Arousa fueron capaces de sortear a lo largo de la historia varias tentativas de especulación y siguen siendo una reserva natural que guarda entre sus bosques selvas de laurel, vestigios de antiguas civilizaciones y, sobre todo, un tesoro micológico sin parangón en Europa. Los estudiosos descubrieron y catalogaron en los últimos años más de 800 variedades de setas, algunas de difícil localización en otros puntos de la Península Ibérica, y otras, que corren peligro de extinción y que allí están salvaguardadas de los peligros externos que las aniquilaron en otros parajes. Todo ello ha sido recogido en una guía que fue presentada en la Universidade de Santiago y que pasa por ser la publicación con mayor número de setas identificadas y fotografiadas en Galicia.

La Guía micológica de la isla de Cortegada, presentada por el investigador del Departamento de Edafoloxía y Química Agrícola de la USC, Saúl de la Peña, no solo recoge especies comunes que se pueden encontrar en otros bosques gallegos, como la Lactarius queticolor, la Lactarius vellereus, los Clathrus ruber, la más conocida cantarela o los populares níscalos, sino otras de difícil localización como la Ramariopsis kunzei o la Clitopilus scyphoides. Pero, además, tras trece años de trabajo, los investigadores hallaron también cuatro variedades que figuran en la lista de especies amenazadas de Europa y otras nueve de la lista roja de la Península Ibérica.

En ese exhaustivo trabajo tiene mucho que ver la asociación micológica A Cantarela de Vilagarcía y la Federación Galega de Micoloxía, que llevan años estudiando y protegiendo un paraíso al que hoy en día se puede acudir para admirar y fotografiar las setas, pero no para recogerlas.

No todo fueron buenas noticias en la presentación de la publicación. Los expertos advierten sobre los riesgos que la presencia del hombre y sobre todo la de los jabalíes que cruzan la ría y campan a sus anchas por Cortegada suponen para la conservación de ese tesoro micológico. Aunque la isla forma parte del parque nacional Illas Atlánticas y por lo tanto está protegida, no deja de ser una gestión artificial que rompe con el ecosistema tradicional del archipiélago.