El proyecto, a cinco años, le permitirá ahora analizar el genoma completo de 1.000 ejemplares de bivalvos en colaboración con el Ecimat de Toralla. «Tenemos -apunta el investigador- un problema ecológico importante, porque estos cánceres matan a los bivalvos lo que supone un impacto económico importante, pero si llegamos a conocer los genes que lo originan podemos desarrollar tratamientos». Lo que aún no está claro es si la investigación tendrá implicaciones sobre el conocimiento de los tumores en humanos, pero no se descarta. «El trabajo nos permitirá averiguar más sobre el mecanismo de la metástasis y la solución al cáncer no tiene por qué estar necesariamente en el estudio en humanos», subraya el científico santiagués, el único gallego que obtuvo en el mismo año un contrato Ramón y Cajal y otro Miguel Servet, aunque eligió el primero, y que cuenta con más de diez publicaciones en Science y Nature, consideradas las dos grandes biblias de la ciencia. Dos de ellas como primer autor.