Las plantas ornamentales podrán acogerse al sello Galicia Calidade

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MARTA CLAVERO / DANIEL PORTELA

Es la primera comunidad con un certificado propio, lo que incentiva las exportaciones

24 ago 2016 . Actualizado a las 20:16 h.

Los viveros gallegos que produzcan plantas ornamentales podrán optar al sello Galicia Calidade, un certificado que garantiza su trazabilidad y calidad y que supondrá un revulsivo para el sector de cara al mercado internacional. El convenio que permitirá la implantación del distintivo, del que ya gozan otros productos gallegos, fue firmado ayer en Oleiros entre el conselleiro de Industria, Francisco Conde, y la Asociación de Empresarios Viveiristas do Noroeste (Asvinor), que agrupa a treinta asociados que representan al 80 % de la producción de plantas en Galicia. Esta nueva acreditación, pionera en España, también supone una garantía para los consumidores.

Las empresas del sector que quieran obtener el sello deberán cumplir con la normativa, ya aprobada, que recoge las condiciones necesarias para poder obtener el certificado. La guía que recoge la Norma de Calidade para a Planta Ornamental de Galicia fue redactada por expertos de la Fundación Juana de Vega, en colaboración con los propios viveristas y técnicos de la Consellería do Medio Rural. La regulación es específica para cada tipo de planta y abarca desde su formato al número mínimo de ramas que tienen que tener los árboles. «Lo que queremos es homogeneizar las producciones de acuerdo con un estándar de calidad común, porque tampoco puede ser que una planta de quince centímetros de alto se ponga en una maceta de veinte litros», explica Santiago Ramos, técnico de Asvinor y que participó en la elaboración del reglamento.

Diferencia con el Mediterráneo

Los viveristas confían en que el sello Galicia Calidade suponga un espaldarazo para las exportaciones. El 20 % de la producción de plantas ornamentales de la comunidad se vende en otros países, fundamentalmente en Alemania, Francia, Gran Bretaña o Suiza, pero existe aún un importante margen de crecimiento. En este aspecto es importante que el consumidor europeo pueda distinguir entre las plantas de España, que asocian fundamentalmente con las del Mediterráneo, menos aptas para climas fríos, y las que se cultivan en la comunidad, que sí tienen una muy buena adaptación al clima y a las condiciones del terreno del norte. Esta confusión fue advertida hace unos años en la feria de Essen (Alemania), la más importante de Europa, de ahí que desde entonces el sector se marcara como objetivo lograr un certificado propio del que ya se puede disponer a partir de ahora.

«Las plantas de Galicia funcionan muy bien en Alemania, pero teníamos problemas porque si vienen de España el consumidor las asocia con las mediterráneas, que allí no se dan bien por el frío. Por eso necesitábamos un distintivo, un marchamo que nos diferenciara», constata Ramos.

Galicia es, en la actualidad, la mayor productora de camelia de Europa, aunque también tienen una gran aceptación en el mercado el rododendro, la azalea, la abelia, el pitosporum o las Chamaerops. A partir de ahora también es la primera comunidad española en contar con una marca de origen específica para el sector.