Xinzo no olvida cruzar el Lethes

m. a.

SOCIEDAD

Romanos y castrexos vuelven a enfrentarse en A Limia

22 ago 2016 . Actualizado a las 11:30 h.

Pese a las dificultades económicas y organizativas que ha vivido la fiesta en los últimos años, los vecinos de Xinzo no olvidan cruzar cada año el río Lethes. En realidad es el Limia, pero el festejo recrea la leyenda que dice que las tropas romanas, en el año 135 antes de Cristo, se disponían a invadir la zona cuando se encontraron con el curso fluvial y pensaron que se trataba del Lethes, el río del olvido. Si las tropas cruzaban el cauce, no recordarían ni quiénes eran ni para quién luchaban. Esa escena se repitió ayer, como cada año, a orillas del río Limia, en Xinzo.

Los habitantes de la localidad se ponen en la piel, según sus preferencias, de romanos o de castrexos, y desarrollan su papel durante días, algunos de ellos instalados en un campamento que comparten con grupos de amantes de este tipo de recreaciones históricas llegados de otros lugares. El momento cumbre es la escenificación del cruce del río Lethes, con Décimo Junio Bruto, comandante de las tropas romanas, como su principal protagonista.

Ante las reticencias de sus militares a vadear el supuesto Lethes, es él el primero en emprender la aventura y, al descubrir que no ha olvidado nada, ni su familia, ni sus objetivos, exige a sus subordinados que crucen también el río. Los vecinos convertidos en actores tienen siempre el papel aprendido y el público puede seguir la historia gracias a los micrófonos inalámbricos que llevan y a los altavoces que están instalados en la zona. De ese modo, pueden escuchar el enfrentamiento con los castrexos que llega justo después de que los romanos vadeen el supuesto Lethes. La batalla la ganan los foráneos y la fiesta puede entonces continuar sin el corsé del guion histórico. Eso es, al fin, lo que más importa de esa cita, en la que hay diversas actividades lúdicas, exhibiciones y competiciones. Este año se celebró la décimo sexta edición de la Festa do Esquecemento de Xinzo de Limia, y el mercado histórico, el Macellum, ha sido uno de sus mayores atractivos. Además, hubo espectáculos de fuego, desfiles «militares», juegos, actuaciones callejeras y conciertos musicales. El certamen acogió además una confraternización con los colectivos de recreación histórica llegados de otros lugares de España.