Unos 500 policías y militares integran un dispositivo excepcional tras la matanza de Niza y el asesinato de Normandía
16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Miles de católicos acudieron ayer al santuario de Lourdes para celebrar la Asunción y «rezar por Francia», una peregrinación bajo fuertes medidas de seguridad tras el atentado de Niza y el asesinato de un sacerdote en julio.
A principios de la mañana, una multitud de creyentes, algunos de ellos cargando los estandartes de sus diócesis, se preparaban para la primera misa. En cuanto a la seguridad, 500 policías y militares patrullaban el lugar, formaban parte de la puesta en marcha de un dispositivo excepcional tras la matanza del 14 de julio en Niza, que dejó 85 muertos, y el asesinato el 26 de julio del sacerdote Jacques Hamel, de 85 años, degollado en plena misa en una iglesia de Normandía. En el cielo, un helicóptero sobrevolaba el lugar donde se habían congregado cerca de 22.000 fieles.
«Rezar por Francia»
El cardenal y arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin, una de las personalidades más influyentes de la Iglesia francesa, presidió una de las ceremonias, cuyo tema central fue la misericordia, no en vano este año es Santo según decidió el papa, que ha hecho de la misericordia el asunto central de su papado. Durante el sermón, Barbarin dijo estar pensando «en Francia, golpeada por tanto sufrimiento en los últimos meses desde enero del 2015 y de nuevo cruelmente golpeada el mes pasado». El presidente de la Conferencia Episcopal, Georges Pontier, llamó a los fieles a «rezar por Francia». También invitó a los creyentes a «congregarse en las iglesias» y a «prender velas» en homenaje a Jacques Hamel.
Otra ceremonia en la cueva de Massabielle por la tarde conmemoró la aparición de la virgen en el lugar, que según la iglesia católica, se presentó a Bernadette Soubirous.