Paseo por San Amaro con la Santa Compaña

CLÁUDIA MORÁN

SOCIEDAD

EDUARDO PEREZ

La sorprendente visita nocturna al camposanto coruñés agota plazas

05 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Se puede mezclar la historia de A Coruña, sus protagonistas y su origen celta con un paseo con los espíritus por el emblemático cementerio de San Amaro? Sí, se puede. Y es gratuito. Se trata de una de las visitas guiadas que organiza Turismo de A Coruña y que cuenta con mayor éxito de afluencia. Se pueden hacer cada sábado, de abril a diciembre. Para reservar plaza hay que hacerlo con cerca de un mes de antelación, pero quienes viven la experiencia están de acuerdo en que vale la pena. Y más en verano.

La visita no sería la misma sin su guía. De la mano de Fiz de Cotovelo, el personaje de Wenceslao Fernández Flórez -difunto, pero muy vivo-, los participantes descubren qué le pasó a san Amaro tras mirar un minuto a través de las puertas del cielo, quién tiene su corazón enterrado en dos nichos diferentes del camposanto coruñés y el Highgate londinense o de qué culparon a una niña que rezaba «por lo mismo que santa Elena».

Tampoco falta el recuerdo de aquellos que pusieron A Coruña y Galicia en letras y que, de algún modo, en cuerpo o alma, están presentes en San Amaro. Eduardo Pondal, Rosalía de Castro, Manuel Murguía, Curros Enríquez o Juana de Vega. Sin olvidar a la familia Picasso y la impronta que dejó en la ciudad.

Antorchas en alto

La visita guiada por San Amaro empieza de día y termina de noche. Es parte imprescindible de su encanto, especialmente porque cuando el sol comienza a desaparecer el guía reparte antorchas entre los asistentes para ver los nichos y conocer sus historias como en una auténtica expedición de la Santa Compaña. Mientras, el viento atlántico se cuela por los rincones y zarandea las llamas como si fuera obra de otras presencias.

Por el medio se mezclan historias reales y otras que quién sabe si lo son, donde lo terrenal y lo místico se dan la mano y el alma en pena de Fiz de Cotovelo saluda a los espíritus que transitan de vez en cuando, curiosos, entre la expedición de los vivos.

No faltan referencias a los símbolos celtas, como los dólmenes gallegos y su significado particular. Y, por increíble que parezca, el guía descubre a los presentes que existe un estrecho vínculo entre la cultura céltica y el universo mágico de J. R. R. Tolkien en El señor de los anillos.

Al final del recorrido por el camposanto, justo al pie de la gran cripta que se encuentra al fondo, casi pegada al mar, puede que uno se sienta incapaz de abandonar ese lugar para el resto de la eternidad después de una hora y media que pasa en un suspiro.

En este recorrido Fiz de Cotovelo se convierte en un guía de excepción y cambia la fraga de Cecebre por San Amaro para descubrir a los asistentes que la expedición de las almas en pena tiene una profunda presencia en el mundo de los vivos.