La máquina del tiempo se pone a funcionar en Corcubión

J. ventura, claudia vázquez

SOCIEDAD

MARCOS RODRIGUEZ

La villa celebra la recreación del desembarco de las tropas del arzobispo Rodrigo de Luna

22 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dentro de la efervescencia de las ferias temáticas y las recreaciones históricas de regusto medieval, la de la pequeña villa de Corcubión, en la comarca de Fisterra, que se convierte desde hoy y hasta el domingo y un gigantesco y constante espectáculo callejero, tiene reservado un lugar de privilegio.

La conservación de parte importante del casco histórico se convierte en el telón de fondo perfecto para actores, saltimbanquis, músicos, cetreros,... y todo tipo de personajes que trasladan la localidad y toda la Costa da Morte a tiempos pasados, además con una gran implicación popular ya que gran parte de los corcubioneses y los visitantes pasan el fin de semana ataviados con las galas de la época.

Sin embargo, es la recreación del desembarco de las tropas del arzobispo Rodrigo de Luna en julio de 1457, lo marca verdaderamente la diferencia con otras celebraciones de este tipo. La lucha de poder entre la nobleza eclesiástica y secular de la alta edad media, queda aquí reflejada en el combate entre los enviados de Compostela y la población local comandada por Gómes de Rioboo, el hombre de confianza de Rodrigo de Moscoso, señor de Altamira, que supo liberar el pueblo de esta amenaza.

En A Coruña, por su parte, ya lleva dos días funcionando la Feira das Marabillas. Este año destaca este año el Recuncho das Pícaras. Se trata de una zona infantil que ocupa gran parte de la Plaza de María Pita. En el recinto al aire libre hay actividades para los niños y niñas desde la mañana hasta entrada la noche, afirma Anabel Manzanares, la encargada de vender pases para las atracciones.

Además de norias, columpios o trampolines, animadores vestidos con ropas de época entretienen a los más pequeños. Omar Sulik pertenece a la Asociación Napoleónica de Valencia, un grupo de jóvenes que se disfrazan de guerreros y recorren la feria. Además de pasear por la Zona Vieja, cuenta, realizan «secuestros de prisioneros» y organizan clases para pequeños caballeros en la zona infantil. En estos talleres los niños tienen la posibilidad de utilizar espadas de juguete.

Pero los espectáculos callejeros no se limitan a la lucha. Prácticamente a todas las horas del día se pueden ver paseando por la feria desde bailarinas orientales a abanderados o bufones de la corte.