Detectan un lago de Guitiriz plagado de perca negra, una especie invasora

Miguel Cabana
Miguel Cabana LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Suso

La Xunta anunció que erradicará estos peces pero será difícil por la profundidad

06 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación de pescadores de Parga dio la voz de alarma en días pasados de que el lago de O Barreiro, en el municipio lucense de Guitiriz, podía estar infectado de una especie invasora de peces: la perca negra, también conocida como perca americana o black-bass. Técnicos del servicio de guardería de ríos de la Xunta acudieron a inspeccionar el lugar y comprobaron la sospecha. El lago está invadido de esta especie foránea, natural del este y sur de los Estados Unidos y norte de México, que tiene gran peligro para la trucha y demás peces de los ríos gallegos porque es muy voraz y en pocos años puede devorar a las demás especies .

Y el peligro de que se extiendas a los ríos de la zona es solo cuestión de tiempo. Si en el próximo invierno hay lluvias normales, la zona se inundará lo suficiente como para que los black-bass alcancen el riachuelo de Boedo, y desde este, pasen al río Parga, al Ladra y finalmente al Miño, invadiendo una zona truchera por excelencia de la Terra Chá.

Por ello las alarmas saltaron en el servicio de medio ambiente de la Xunta en Lugo ya que la posible llegada el próximo invierto de esta especie a los ríos sería una muerte casi imparable de la trucha en los próximos años. Porque, tal como explica el catálogo de especies exóticas invasoras «La perca americana, (micropterus salmoides) es muy voraz; está ampliamente extendida por las zonas embalsadas y aguas lénticas de las cuencas fluviales; tiene de gran impacto sobre el hábitat acuático debido a su efecto devastador en muchos casos sobre las poblaciones de peces autóctonas, llegando a producir extinciones locales de estas. El grupo especialista de especies invasoras de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) ha incluido a este pez en la lista de las '100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo'».

Curiosamente, el catálogo español de especies exóticas del Ministerio de Medio Ambiente dice que Galicia y Canarias son las únicas comunidades no invadidas por la perca americana. Sin embargo, desde hace años ya se sabe que los embalses del Miño y del Sil, entre Lugo y Ourense, también están infectados de este pez, y de hecho ya han desaparecido en gran medida las truchas.

El Ministerio propone varias medidas para luchar contra este invasor, como campañas de educación y sensibilización a los pescadores, implicándolos en la vigilancia. También pide a las autoridades reforzar la vigilancia y control para evitar nuevas liberaciones o sueltas, e incluso vigilar las artes de pesca que estén en contacto con la perca americana para evitar que sus larvas lleguen a los ríos. 

Sin valor culinario

Esta especie no es apreciada por su valor culinario porque vive y se alimenta de lodos y fangos del fondo de los lagos y embalses, y su carne recuerda el sabor del fango. Sin embargo en los embalses del Miño y del Sil hay aficionados que los pescan y en algunos casos también los cocinan. Al ser una especie muy voraz, ataca fácilmente a la cucharilla del pescador o a cualquier otro cebo y son realmente fáciles de capturar cuando hay bastantes y tienen que competir por el alimento.

La perca tienen una talla media de unos 40 centímetros y come tanto truchas como otros peces, además de invertebrados, anfibios e incluso pueden capturar vertebrados de la ribera, micromamíferos y reptiles.

En el caso del lago de Guitiriz, todo apunta a que alguien depositó a estos animales en el lugar hace algún tiempo. Hace quizá más de un año que las primeras percas llegaron al lago de O Barreiro, porque algunos ejemplares que capturaron los pescadores alcanzan casi el medio kilo de peso, y hay mucha cantidad de alevines. 

Difícil captura

La Xunta explicó ayer desde su sede en Lugo ya trabajan en un plan para erradicar la plaga antes de que llegue a los ríos en el próximo invierno, pero aseguran que la tarea va a ser complicada porque el lago -que es una antigua cantera de extracción de barro para fabricar ladrillo- alcanza en algunos puntos los 25 metros de profundidad.

La eliminación se se suele hacer con una lanza eléctrica que al introducirla en el agua aturde a los peces unos segundos para poder recogerlos mientras flotan inconscientes; pero a 25 metros de distancia, la pértiga eléctrica no surte efecto sobre el pez.