El deshielo del Totten podría elevar el nivel del mar 3 metros

La Voz LONDRES / EFE

SOCIEDAD

Un estudio publicado en «Nature» alerta de la deriva del glaciar

19 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El ritmo actual del cambio climático podría provocar un significativo deshielo del glaciar antártico Totten, uno de los más grandes de la Tierra, y elevar el nivel del mar en casi tres metros, según un estudio publicado ayer en la revista Nature.

La investigación fue desarrollada por expertos del Imperial College de Londres junto a instituciones de Australia, EE.UU. y Nueva Zelanda. Este equipo de científicos ya descubrió el pasado año que el Totten oculta dos canales submarinos que permiten la entrada de aguas cálidas, lo que contribuiría a que se derrita.

Con sus 120 kilómetros de largo y sus 30 kilómetros de ancho, el Totten se desagua en unos 538.000 kilómetros cuadrados de la Antártida oriental y de él fluyen unas 70.000 millones de toneladas de hielo cada año. Hasta la fecha, esta descarga fue considerada normal, pero el análisis de sus avances y retrocesos revela ahora que, de continuar el aumento de la temperatura global, el glaciar podría cruzar un umbral crítico este siglo y entrar en un período de deshielo irreversible. En este escenario, el Totten retrocedería unos 300 kilómetros en los próximos siglos y descargaría enormes cantidades de agua, lo que contribuiría a una subida global del nivel del mar de hasta 2,9 metros.

A diferencia de la Antártida occidental, cuya capa de hielo es mucho menor, la comunidad científica consideró que la zona oriental se ha mantenido relativamente estable ante el cambio climático. Esa tendencia, apuntan los autores del estudio, la está rompiendo ahora el Totten, lo que sugiere que este glaciar podría ser más vulnerable de lo que se pensaba.

Si el Totten retrocede entre 100 y 150 kilómetros, su parte frontal se asentaría sobre una base de tierra inestable y se aceleraría su deshielo, señala el científico Martin Siegert. Según el experto, en cuanto el glaciar cruce el umbral crítico y se asiente en una «región inestable», el deshielo será imparable, al menos hasta que su retroceso le lleve a una zona geológica más estable.

«En conjunto, las pruebas existentes describen una Antártida oriental mucho más vulnerable al calentamiento de lo que pensábamos. Esto es preocupante. El Totten está actualmente perdiendo hielo y el agua caliente del océano tiene la capacidad para empujar al glaciar de nuevo a un lugar inestable», explica Siegert, que recuerda que aunque el Totten es «una salida más para el hielo» antártico, su «impacto es enorme» pues esta región contiene la «masa de hielo más grande de la Tierra y cualquier pequeño cambio tiene influencia global».