La propia resolución de la prueba de sexto establece que si la reválida no puede hacerse «por coincidir cun día non lectivo no centro, ou por circunstancias sobrevidas que imposibiliten a súa realización», la dirección debe comunicarlo a inspección con una antelación mínima de cinco días, y esta, «adoptará as medidas necesarias para realizar as probas nunha data inmediatamente posterior». A menos de una semana para que se haga la evaluación, algunos de los colegios que se han encontrado con este problema aún no tienen respuesta de la inspección, que al parecer se reúne hoy.
El malestar es importante no solo entre los profesores sino entre los padres, que han tenido que adelantar dinero de reservas para la excursión de fin de curso, y lo que tienen claro es que la llevarán a cabo. En el CEIP Gonzalo Torrente Ballester, por ejemplo, se trata de un viaje de cuatro días, por lo que deberán aplazar las tres jornadas de evaluación a la semana siguiente, que además tiene un festivo, el 17 de mayo, por lo que no podría iniciarse hasta el 18, porque este centro no tiene clases el lunes 16.