Palabra de chef gallega en la feria Alimentaria

Ramón Ares Noal
Moncho Ares BARCELONA | ENVIADO ESPECIAL

SOCIEDAD

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Bea Sotelo pone en valor el mejillón, el longueirón, la faba de Lourenzá y el cocido

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La estrella Michelín Bea Sotelo, del restaurante A Estación de Cambre, puso ayer en práctica la utilidad y la bondad de los productos gallegos en el transcurso de un taller que se desarrolló en el pabellón The Alimentaria Experience, por donde, a lo largo de los cuatro días de feria, que mañana llega a su fin, habrán pasado cuarenta reconocidos chef con la prestigiosa distinción. Hoy mismo le toca el turno a Javier Olleros, del restaurante Culler de Pau de O Grove.

La cocinera centró su intervención en promocionar nuestra materia prima, especialmente el mejillón, el longueirón, la faba de Lourenzá y el «porco» de Galicia. Sotelo introdujo a los asistentes, solo una veintena, en cada uno de los manjares, pero comenzando en la base, es decir, allí donde se cultivan y por quienes los cultivan. A través de vídeos, un mejillonero de Bueu, un mariscador de Fisterra, agricultoras de Lourenzá y especialistas y criadores de la zona de Lalín explicaron como obtienen cada uno de sus productos, eso sí, en riguroso gallego sin doblar, por lo que la chef pidió disculpas, pero la mayoría de los presentes afirmaron que se entendía.

Y una vez que los asistentes supieron de donde procedía la base de los platos que Bea Sotelo y un alumno aventajado suyo iban a preparar, se metió en faena, explicando los secretos de, primero, un aperitivo de mejillones al vapor con una vinagreta y unas miniverduritas que cultivan para ella.

Luego tocó el turno al longueirón, que en realidad eran navajas, porque a la hora de elegir los contenidos de su taller no había el otro bivalvo, que definió más suave y de una textura especial, eso sí, lo acompañó de un pesto de queso San Simón ahumado, su preferido en la cocina.

Continuó con un guiso de fabas tradicional, utilizando la clase verdina que, según explicó, es la más adecuada para elaborar con productos del mar, en este caso calamar e incluso algún percebito, plato que este que hizo las delicias de los asistentes que tuvieron el privilegio de degustar.

Y para cerrar el taller, cocido gallego, pero no el tradicional, sino con un toque de chef: cachucha y lacón prensado, acompañado de garbanzos y otras verduritas cultivadas para ella.

Así se cumplía el segundo día de la feria internacional de Barbanza, con una reconocida profesional de los fogones descubriendo algunos de sus secretos, mientras en los pabellones se apiñaba una multitud buscando productos gallegos. A decir de la mayoría, hay alegría en las compras, buen síntoma, pero lo resultados, a partir de mañana.