La prohibición de llevar el móvil a las aulas, superada por la realidad

Juan Carlos Martínez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los centros, más permisivos cuanto más se usa la Red como instrumento educativo

08 mar 2016 . Actualizado a las 08:01 h.

Los distintos estudios realizados sobre usos problemáticos de Internet por niños y adolescentes hicieron saltar las alarmas, especialmente en el sistema educativo. Atendiendo a estas preocupaciones, el Gobierno gallego aprobó en enero del 2015 el decreto que desarrolla la Lei de Convivencia en la escuela, prohibiendo con carácter general el uso de teléfonos móviles, tabletas y otros soportes similares durante el horario lectivo.

Pero el desarrollo de las nuevas tecnologías y su uso cada vez mayor como instrumento educativo está dejando superada la legislación. «Prohibir el uso del móvil es como intentar poner puertas al campo», dice Fernando Lacaci, presidente de la Confederación de Anpas de Galicia, quien reconoce que cada vez es más frecuente que se deje a los escolares hacer uso de sus móviles en los recreos. «Las nuevas tecnologías -añade- están abriendo muchas puertas; la actitud de prohibición es darle la espalda a todas esas posibilidades».

Un medio para educar

Con esta opinión coincide Adelino Pose, presidente de Addiga, la asociación de directivos de institutos de enseñanza secundaria en Galicia. «Hai experiencias moi boas de uso do móbil nas aulas, como canal de acceso a Internet, e iso non se corresponde coa prohibición total de uso». Él mismo utiliza la Red como mecanismo educativo. «Moitas veces, na clase de Matemáticas, para explicar cuestións de estatística, por exemplo, sacamos o móbil para mostrar un caso ou unha aplicación do principio que estamos explicando. E iso non só é posible nas Matemáticas». Las dificultades, señala, vienen de la falta de una formación específica para la aplicación de las nuevas tecnologías en la escuela. «Ás veces -dice- parece que os profesores novos que veñen da facultade están aínda menos dispostos que nós, os que xa levamos anos no sistema educativo e que aprendemos coa práctica. Iso revela que non hai unha formación regrada de como utilizar a Rede para mellorar o ensino».

Ana T. Jack, orientadora educativa y colaboradora habitual del suplemento La Voz de la Escuela, cree que los usos inadecuados de la Red en las aulas son puntuales y poco significativos. Para corregirlos, lo fundamental, opina, es el abordaje del uso del móvil en las familias. Y las actitudes de prohibición y rechazo en la escuela se deben, principalmente, al segmento del profesorado que no ha sido capaz de saltar la brecha digital. «En secundaria ya se reconoce plenamente la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías en las aulas; quizá en primaria, entre los maestros más antiguos, todavía se nota algún rechazo a darle paso a esos nuevos modos de comunicar y aprender».

En vanguardia

Esos rechazos ya no se dan, por ejemplo, en Arteixo, municipio en vanguardia del uso de las nuevas tecnologías en la educación. Desde el año 2002, con ayuda de la Fundación Amancio Ortega, los alumnos de secundaria de todos los institutos del concello cuentan con ordenadores portátiles, en una iniciativa de largo recorrido que ahora sufraga el Ayuntamiento. «El cambio fue espectacular -dice la profesora Ana Lage, durante diez años integrada en el equipo coordinador del proyecto-, porque los profesores conectaron con los intereses de los alumnos y eso fue una mejora evidente de la motivación. El profesorado tuvo toda la formación que necesitó, y los resultados son muy buenos. Imagínese, por ejemplo, poder hacer entre todos una visita virtual al museo del Prado». El uso de las TIC para aprender es, según algunos estudios, la vacuna contra su mala utilización. «Si alguna vez se empleó el ordenador para otras cosas -añade Ana Lage-, se debió exclusivamente a que el profesor había perdido el control de la clase, pero eso apenas sucedió».